Detroit — La escasez de autopartes y trabajadores infectados están frenando la capacidad de la industria automotriz de Estados Unidos para reabrir sus plantas. Algunos fabricantes de automóviles han tenido que cerrar temporalmente las plantas para desinfectar sus equipos después de que los trabajadores se enfermaran o dieran positivo en las pruebas de coronavirus.
Otros han tenido arranques más lentos porque las plantas de repuestos en México y otros lugares no han vuelto a la producción tan rápido como se esperaba.
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El plan de la industria automotriz era bastante simple: reabrir las fábricas gradualmente y producir los vehículos para los compradores en lista de espera.
Sin embargo, el retorno luego de dos meses sin producción no ha ido del todo según el plan. Para algunos fabricantes, la producción completa se ha retrasado y las líneas de producción han tenido que volverse a detener y reiniciar.
“Hay muchas cosas que pueden salir mal al traer a la gente de vuelta a las plantas para tratar de hacer ensamblados muy complicados”, dijo Kristin Dziczek, vicepresidenta de industria y trabajo en el Center for Automotive Research (Centro de Investigación Automotriz, un grupo de expertos de la industria).
La mayoría de los fabricantes de automóviles cerraron las fábricas entre mediados y finales de marzo, cuando los trabajadores comenzaron a enfermarse a medida que el nuevo coronavirus se propagaba.
La mayoría reabrió parcialmente a mediados de mayo, pero el avance sigue siendo lento. Los expertos de la industria esperan que haya una producción muy irregular durante un tiempo mientras persiste la pandemia.
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Los fabricantes de automóviles dijeron haber tomado precauciones de seguridad como verificar las temperaturas de los obreros, distanciamiento social, tiempo entre turnos y barreras plásticas cuando sea posible para mantener a los trabajadores separados entre sí.
A pesar de todo, algunos trabajadores contrajeron COVID-19, aunque no se sabe dónde. En algunos casos fueron a trabajar así, lo que obligó a las empresas a cerrar plantas temporalmente para su limpieza. En al menos un caso, un obrero en una planta que fabrica asientos cerca de Chicago contrajo el virus, forzando un cierre temporal. General Motors tuvo que retrasar la incorporación de turnos en las plantas de camionetas porque el gobierno mexicano no permitió aún reanudar actividades en una fábrica de piezas hasta el 1 de junio.
La producción intermitente “será así por un tiempo”, dijo Dziczek. “Es necesario tener al mismo tiempo una confluencia de trabajadores saludables, una cadena de suministro saludable y una demanda saludable”.
Las ventas de automóviles en Estados Unidos se han desplomado desde que el virus comenzó a propagarse en marzo, y las ventas en abril cayeron un 46% respecto al mismo mes del año anterior. Los analistas pronostican una mejora en mayo, pero aún una disminución anual de más del 30%. La firma Cox Automotive pronosticó que las ventas de camionetas bajarán un 18% en mayo respecto al mismo mes de 2019.
A pesar de esos descensos, los fabricantes de automóviles han reportado suministros agotados en algunos concesionarios, especialmente para camionetas en la zona centro-norte de Estados Unidos.