El temor a enfermarse, el desempleo, la tardanza en la entrega de fondos por parte de Gobierno y la inestabilidad en las finanzas son algunos de los elementos que marcarán la economía local a nivel micro, opinaron economistas consultados por Metro.
A pesar de que algunas industrias abrieron esta semana con el aval de la gobernadora Wanda Vázquez, el retraso en el desembolso de las ayudas federales y los fondos de desempleo podrían mantener a los consumidores en sus hogares.
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El presidente de la Asociación de Economistas, Heriberto Martínez, afirmó que la economía puertorriqueña deberá moverse a la digitalización tras el coronavirus.
“La economía post-COVID-19 nos va a llevar inevitablemente al mundo de la digitalización. A nivel micro, si queremos restablecer, más allá de restablecer la confianza del consumidor, si queremos entrar de lleno en lo que son las dinámicas económicas y el mercado del Siglo 21, las empresas puertorriqueñas van a tener que digitalizarse. Los consumidores puertorriqueños van a tener que digitalizarse también. Vamos a tener que acostumbrarnos a que ahora las tiendas no van a tener almacenes en todas partes, sino que uno elige lo que uno quiere y la tienda te lo envía a tu casa”, sentenció el experto.
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Este también mencionó que a pesar de que está sucediendo, aún se ve un rezago en el uso de la tecnología por parte de los adultos mayores. “Existe una brecha digital, particularmente con la cuestión generacional”, precisó.
Martínez agregó que dada a esta nueva realidad, se hace necesario una iniciativa por parte del sector privado como del Gobierno para garantizar que los ciudadanos tengan acceso a Internet. “Y para a través de programas de educación tecnológica cerrar esa brecha digital y movernos en esa dirección en la próxima década”, afirmó.
Enfocados en servicios esenciales
Sobre las prioridades de los consumidores dada a la apertura, el economista destacó que a pesar de los fondos federales que circulan, la ciudadanía estará concentrada en satisfacer sus necesidades básicas.
“A pesar de que hay unos fondos federales que están llegando, no están llegando a la velocidad adecuada. Eso por lo general se utiliza para consumo y su sustento”, aclaró. Martínez puntualizó que los ciudadanos están utilizando su dinero para medicamentos, alimento, pago de deudas, entre otros.
“Pero ese otro gasto en restaurantes, cuestiones de arreglo personal, etcétera, el problema grande que tienes es que el desempleo se disparó, hay un montón de gente solicitando el desempleo”, expresó el economista, quien agregó que en la medida que los consumidores entienden que su poder adquisitivo está en riesgo por pérdida de su empleo o inestabilidad económica en general tienden a ser más conservadores con sus gastos.
Ante estos retos Martínez recalcó que el sector privado deberá reinventarse, a fin de ganarse el apoyo y confianza del consumidor tras la crisis que ha generado el COVID-19.
Oferta versus demanda
Por otro lado, a pesar de que haya disponible una oferta de productos, la demanda podría ser limitada si los consumidores separan su dinero para servicios esenciales.
“Si vamos a verlo desde la perspectiva de los consumidores hay que recordar varias cosas. El desempleo ha subido. Casi de un 10 a un 37%, hay personas que están tratando de coger el desempleo, tratando. La situación de ingresos y la capacidad de compra está bien fluida”, reiteró el economista José Alameda.
El también profesor universitario destacó que ante ese panorama, los ciudadanos redirigirán sus ingresos hacia servicios esenciales, como alimento y vivienda.
“La teoría microeconómica nos dice que los seres humanos, los primeros que se afectan son los bienes duraderos, comprar carro, casa, computadoras, a menos que no sea sumamente necesario”, apuntó Alameda.
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