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El COVID-19 crea nuevos retos para la Clase 2020

Dos psicólogos hablan sobre el impacto de la cuarentena en los graduandos y ofrecen consejos para estos y sus padres

El COVID-19 puso en jaque al país –y al mundo– con su rápida propagación que obligó a la mayoría de las naciones y a Puerto Rico a adoptar medidas drásticas que paralizaron la isla y alteraron la rutina de todos.

La clase graduanda de 2020 nunca pensó que sucesos a nivel local y mundial darían un giro a sus planes y pondrían a prueba su capacidad de enfrentar retos y adaptarse al cambio.

El año comenzó con los terremotos en el suroeste de la isla que dejaron sin hogar a cientos de familias. La actividad sísmica ha continuado, lo que representa un factor estresante con el que nuestros jóvenes han tenido que aprender a vivir. Pero ha sido la pandemia mundial de coronavirus la que en poco tiempo cambió la forma en que vivimos.

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El cierre de las escuelas, la enseñanza a distancia y la cancelación de todo tipo de actividad, incluyendo las graduaciones, sorprendió a los jóvenes que llevan años preparándose para la culminación de sus años escolares y el comienzo de otra etapa.

Esta alteración de planes puede trastocar las emociones de los estudiantes, señaló la psicóloga escolar Rebecca López Bobonis.

“Graduarse para muchos es sinónimo de orgullo, satisfacción, de superación e incluso representa el cierre de un ciclo importante de sus vidas y el comienzo de una nueva etapa”, sostuvo la Dra. López Bobonis a preguntas de Metro. “Para algunos no participar de su ceremonia de graduación incluso podría ser considerado como una pérdida emocional, provocar sentimientos de frustración, coraje y decepción”, añadió.

“Para algunos no participar de su ceremonia de graduación incluso podría ser considerado como una pérdida emocional, provocar sentimientos de frustración, coraje y decepción”.

La respuesta de los jóvenes a estos cambios puede estar condicionada a sus experiencias de vida, expresó por su parte el Dr. Antonio Aguilar Díaz, psicólogo escolar.

“La manera en que cada cual entiende y asimila las implicaciones de un evento avasallador como lo es una pandemia va a estar mediada por varios factores. Entre estos, el nivel de apoyo dentro del hogar y la comunidad, el nivel de madurez emocional, la actitud o disposición general hacia la vida”, expuso a este medio el Dr. Aguilar Díaz, quien reside en el estado de Illinois.

Ambos profesionales de la salud mental coincidieron en que los padres y los maestros tienen un rol clave para ayudar a los graduandos durante este periodo de cambios y retos.

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Para el Dr. Aguilar Díaz, es importante que ante el panorama desalentador que vivimos, los padres mantengan la calma en la mayor medida posible. “Como adultos, influyen directamente en la conducta de los jóvenes y si proyectan serenidad los ayudan a entender mejor las situaciones que atraviesan”, sostuvo.

Por su parte, la Dra. López Bobonis aconsejó a padres y maestros a unir esfuerzos para que dentro de las limitaciones los graduandos puedan compartir sus experiencias y celebrar sus logros.  “Ellos necesitan poder sentirse apoyados, comprendidos y que se les ayude a ver el futuro con optimismo y esperanza. Enseñarles que la vida no siempre es como se planifica, sin embargo, muchas veces tenemos la oportunidad de escoger cómo lo vamos a enfrentar”, destacó López Bobonis.

La clase graduanda 2020 comenzará su nuevo capítulo de vida en medio de cambios en numerosos escenarios. Para muchos que irán a la universidad, es incierto si sus clases serán presenciales o, por el contrario, la enseñanza a distancia continuará siendo la nueva norma. A pesar de la incertidumbre, existe optimismo sobre la forma en que esta generación se adaptará al cambio.

“Aprender a vivir con el dolor nos ayuda a forjarnos fuerza interior para enfrentar condiciones extremas (como el coronavirus) y a ser precisos, como justos en nuestras apreciaciones”.

Para el Dr. Aguilar Díaz, las vivencias de los pasados meses han ayudado a los jóvenes a no dejarse intimidar ante la adversidad y a no caer en la dejadez o negligencia.  “Aprender a vivir con el dolor nos ayuda a forjarnos fuerza interior para enfrentar condiciones extremas (como el coronavirus) y a ser precisos, como justos en nuestras apreciaciones”, opinó.

“Sabemos que son momentos difíciles, sabemos que cada experiencia, aunque colectiva, también se enfrenta de forma individual, y es importante reconocer que el referente de mundo nos ha cambiado a todos”, dijo por su parte la Dra. López Bobonis.  Según la psicóloga escolar, el momento es propicio para que los jóvenes inicien una conversación que les permita evaluar cuáles son sus expectativas del mundo y de lo que desean para sus vidas, conscientes de que no siempre podrán tener el control de lo que ocurre.

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