El presidente Donald Trump anunció el jueves que le pidió a las autoridades de salud publicar las directrices para la reapertura de las iglesias cerradas por el coronavirus, después de que su gobierno se rehusó a hacerlo durante semanas.
Mientras visitaba Michigan, Trump dijo que había conversado sobre el asunto con los responsables de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
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“Dije ‘más vale que las den a conocer’. Y lo están haciendo”, afirmó Trump en una planta de la Ford Motor Co. reconvertida para fabricar respiradores artificiales, en el municipio Ypsilanti. “Y van a emitir algo hoy o mañana sobre las iglesias. Tenemos que abrir nuestras iglesias”.
Kristen Nordlung, portavoz de los CDC, dijo el jueves en la tarde que “esperamos que pronto” se den a conocer las medidas para las iglesias. Un alto funcionario señaló que se prevé el anuncio para el viernes.
Hace más de un mes, los CDC enviaron al gobierno de Trump documentos que habían preparado con medidas específicas que distintos tipos de organizaciones podrían seguir conforme reabren gradualmente. Las recomendaciones eran para siete tipos de organizaciones, incluyendo escuelas, restaurantes e instalaciones religiosas.
Esos borradores incluían información detallada para las iglesias que desean reanudar los servicios con personas en los templos, con sugerencias que incluían mantener la distancia entre los parroquianos y limitar el número de los asistentes.
En un principio el gobierno de Trump archivó todos los documentos, pero fueron obtenidos por The Associated Press y otras organizaciones noticiosas. Algunas autoridades de salud censuraron la medida, y afirmaron que las organizaciones necesitan recomendaciones basadas lo más posible en la ciencia mientras intentan reabrir sin causar rebrotes del coronavirus.
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Las disposiciones para los otros seis tipos de organizaciones fueron dadas a conocer la semana pasada y la actual, aunque funcionarios gubernamentales habían dicho que no habría anuncio alguno próximamente para los lugares de culto.
La semana pasada, un funcionario del gobierno de Trump que solicitó el anonimato dijo que había preocupaciones sobre la conveniencia de que el gobierno presentara mandatos específicos a los templos. Y Roger Severino, director de la Oficina para Asuntos Civiles del Departamento de Salud y Servicios Humanos, arguyó que las “protecciones contra la discriminación religiosa no quedan suspendidas durante una emergencia”.
Sin embargo, Trump presentó el jueves un panorama distinto, al dejar entrever que había apremiado a los CDC a que presenten las medidas para ayudar a la reapertura de los templos.
“Tenemos que abrir nuestras iglesias. La gente quiere entrar”, señaló.
Dos altos funcionarios que solicitaron el anonimato para hacer declaraciones sobre deliberaciones internas dijeron que funcionarios del gobierno tenían preocupaciones sobre la libertad religiosa, pero fueron resueltas. No dieron detalles sobre cómo se resolvieron, pero destacaron que las recomendaciones de salud no son una exigencia.
Despúés de que la AP informara sobre el borrador de medidas para las organizaciones religiosas, Russell Moore, presidente del brazo de políticas públicas de la Convención Bautista del Sur, elogió las recomendaciones de los CDC, diciendo que eran “informativas sin ser excesivamente duras”. Pero como esas medidas no fueron difundidas, las iglesias en diversos estados procedieron con sus planes de reapertura mientras que muchas otras continúan cerradas.
Maggie Siddiqi, directora de iniciativas religiosas en la organización liberal Centro para el Progreso Estadounidense, dijo que la demora reflejó las preocupaciones políticas al interior del gobierno que dan lugar a una postura “confusa y problemática”. La organización de Siddiqi recomienda que ningún lugar de culto reanude actividades.