Aunque dentro de las limitaciones impuestas por el gobierno de Puerto Rico para controlar el contagio del coronavirus COVID-19 los restaurantes pueden operar, sus limitaciones los han llevado a una pérdida de ingresos de más de un 50 por ciento.
Según la presidenta de la Asociación de Restaurantes de Puerto Rico (ASORE), Marisol Vega, desde que se implementó el toque de queda los restaurantes han perdido un 75% de sus ingresos.
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Además, pese a que vemos muchos operando, utilizando los métodos de ’delivery’ y carry out, Vega asegura que el 57 por ciento de los restaurantes se encuentran cerrados. De extenderse el cierre de negocios, los datos de ASORE indican que entre el 25% y 30% de los restaurantes no volverán abrir sus puertas.
Recientemente el Gobierno de Puerto ha permitido una apertura de ciertos sectores económicos ya que aseguran han controlado la cantidad de contagios. Incluso, la gobernadora Wanda Vázquez indicó ayer que se presta anunciar actividades sociales, religiosas, entre otras que estarán próximamente a su apertura.