Aunque podría verse un aumento en las muertes durante la emergencia, profesionales de la salud levantaron bandera sobre si dicha alza podría responder al coronavirus o a personas que dejan de recibir tratamiento por otras condiciones por miedo a contagio.
Para la epidemióloga Cruz Nazario muchas personas podrían descartar acudir a un hospital por miedo a un contagio y que esto podría empeorar condiciones de salud. Sin embargo, advirtió que el Departamento de Salud y el Registro Demográfico deben estar vigilantes ante la cantidad de muertes que podrían suscitarse en medio de la emergencia ya que podría provocar una subestimación en los datos.
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“Vamos a tener un aumento en otras causas de muertes que habría que identificar si se deben a la misma causa de muerte no atendida o si se debe a que son asociadas a COVID-19, pero no se identificaron como tal”, señaló la salubrista en entrevista con Metro. La profesional de la salud también comentó que se debe delinear si el aumento en muertes es uno real o artificial. “Si es real es que ha habido un aumento en muertes por enfermedad cardiovascular porque no se están atendiendo o porque no están yendo a su médico o no están siguiendo sus medicamentos. Pero si no es verdad –si es un efecto artificial– lo que quiere decir es que ese aumento en esa causa de muerte en particular potencialmente está relacionada al COVID-19, pero no se está identificando porque no se le hace una prueba”, añadió.
Nazario precisó además que algunas muertes en los hogares podría adjudicarse a alguna condición existente que tenía el paciente como un padecimiento cardiovascular o diabetes. Pero alertó que en algunas personas podrían haber síntomas del COVID-19 que hayan empeorado dicha condición y que no se cataloguen como muertes del coronavirus. “Me preocupan más lo que no se está adjudicando que potencialmente es COVID-19 porque nos va a dar una falsa idea de que estamos teniendo menos muertes y que, por lo tanto, ya podemos liberarnos de la cuarentena porque no están ocurriendo tantas muertes”, mencionó. Nazario indicó que los síntomas pueden variar entre personas, especialmente entre los envejecientes, que no necesariamente responden a esta cepa del coronavirus ya que estos en ocasiones no experimentan el síntoma de fiebre, el cual constituye una de las primeras señales del virus.
“Son síntomas que no son los clásicos que no son los que están poniendo en el certificado pero que si los buscamos con un poco más de atención y se hicieran las pruebas a todas estas personas que están muriendo fuera del hospital yo creo que tendríamos una gran sorpresa. Tendríamos muchas más defunciones asociadas a COVID-19 de las que se están adjudicando en el Departamento de Salud”, continuó.
Por su parte, la infectóloga y epidemióloga Ángeles Rodríguez coincidió por separado con Nazario y opinó que, de haber un aumento en las muertes, es menester precisar si se deben al COVID-19 o a que las personas se sienten disuadidas de acudir al hospital por temer a un contagio. “Habría que ver si esas muertes de las funerarias, si es porque personas que necesitan cuidado por otras condiciones si no lo han recibido y ha aumentado la mortalidad o si es porque las muerte asociadas a COVID-19 que no se estén identificando y por ende no se están reportando”, planteó al aludir a expresiones de funerarios que afirman que han notado un incremento en fallecimientos.
Recordó que las personas con algún tipo de condición como diabetes o cardiaca deben acudir a los hospitales o a su médico para evitar que sus condiciones se exacerben. Sostuvo que, pese al miedo a los contagios, las instituciones hospitalarias y los consultorios médicos cuentan con protocolos de salubridad para atender a pacientes en medio de esta emergencia. “Asistir a buscar ayuda es menos riesgo que quedarse y no atenderse y terminar complicándose de manera que pueda poner en riesgo una extremidad o la vida. No deben tener miedo de ir a las instituciones de salud ya que tienen los protocolos adecuados”, argumentó.
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