Más de 300,000 personas en todo el mundo han muerto por el coronavirus, según cifras de la Universidad Johns Hopkins.
También se han registrado más de 4.4 millones de casos, según el recuento de la universidad. Dadas las diversas formas en que los diferentes países informan las cifras de COVID-19 y el gran impacto social de la pandemia, la verdadera cantidad de infecciones y muertes podría ser mucho mayor.
Sin embargo, el elevado número de muertes captura un mundo que se ha detenido por el virus, y los gobiernos apenas están comenzando a salir de bloqueos paralizantes y potencias como Estados Unidos y el Reino Unido que todavía luchan por controlar sus brotes.
La cifra se produce en momentos en que un funcionario de la Organización Mundial de la Salud advirtió que el virus “puede que nunca desaparezca”.