Corea del Sur reportó el sábado 18 nuevos casos de COVID-19 luego de un repunte de los contagios que llevó a las autoridades a instar a bares y clubes de ocio nocturno a cerrar, mientras que Pakistán se rindió a la presión económica y permitió la reapertura de algunos negocios a pesar de un incremento de los casos.
Al mismo tiempo, Estados Unidos, Brasil e Italia trataban de determinar la forma de aliviar las restricciones a negocios y a la actividad pública. Otras naciones impusieron nuevas restricciones: Kuwait anunció una cuarentena nacional desde el domingo y hasta el 30 de mayo.
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En todo el mundo, el virus ha infectado a al menos 3.9 millones de personas y mató a más de 270,000, según un conteo de la Universidad Johns Hopkins basado en datos reportados por los gobiernos.
El descenso de las nuevas infecciones en Corea del Sur y otros países hizo que se suavizasen las restricciones que sumieron a la economía mundial en su peor depresión desde la década de 1930.
Seúl instó a los clubes nocturnos a cerrar durante un mes luego de que la mayoría de los nuevos casos en el país estén ligados al distrito de ocio de Itaewon de la capital, donde un hombre de 29 años visitó tres locales antes de dar positivo. Preocupa que el virus pueda propagarse por la ciudad, donde viven alrededor de la mitad de los 51 millones de surcoreanos.
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Por otro lado, Pakistán permitió la reapertura de fábricas, obras y algunos negocios, al tiempo que reportó 1,637 nuevos casos y 24 decesos. El dato de infecciones se acercó a su máximo diario, alcanzado el jueves con 1,764, y elevó el total del país a 27,474.
El primer ministro, Imran Khan, explicó que su gobierno levantaba la cuarentena porque no puede mantener a los millones de familias que dependen de jornales para vivir. El gobierno advirtió que reimpondrá los controles si la población no cumple las pautas de distancia social.