Pasadas seis semanas desde que se confirmaran los primeros contagios de Covid-19 en Puerto Rico, las islas municipio de Vieques y Culebra se mantienen en la cada vez más reducida lista de pueblos que no han reportado casos hasta la fecha.
El alcalde de Vieques, Víctor Emeric, atribuyó el dato a la baja población de estos municipios, unido al estricto control sobre el transporte marítimo hacia las islas.
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“Los otros días dijeron que son ocho pueblos que no tienen casos. Fajardo, que me extrañó mucho porque es un pueblo tan grande y donde el mismo alcalde dice que sí (tienen casos). En Comerío el alcalde también alega que ha habido casos. Los otros seis son pueblos pequeños: Vieques, Culebra, Maricao, Arroyo, Jayuya y Florida. Son de los pueblos de menos población en Puerto Rico”, observó Emeric.
En Vieques, la población al 2019 se estimaba en 8,386, según el Instituto de Estadísticas, mientras Culebra contaba con 1,714 habitantes.
“Por otro lado, en Vieques hay una ventaja en términos del control, y es que no hay lanchas”, agregó Emeric.
Desde que se instituyó la cuarentena a mediados de marzo, los viajes en lancha hacia y desde las islas municipio se han eliminado en fines de semana, al tiempo que han operado de forma reducida de lunes a viernes. Asimismo, el transporte se ha limitado a residentes y carga esencial para la subsistencia.
El líder comunitario culebrense Benjamín Pérez resaltó que la población ha sido muy disciplinada en términos de respetar el toque de queda.
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“Este es un pueblo obediente, que tiene conocimiento profundo y se guardó. Gracias a Dios no ha habido ningún caso aquí. Hubo turistas que intentaron invadir las playas y meterse al pueblo, pero nosotros como buenos ciudadanos y creyentes les permitimos que estuvieran en sus lanchas afuera, pero que al pueblo no entraran”, dijo Pérez, recordado por su participación en la lucha contra la Marina estadounidense en la década de 1970.
El alcalde de Culebra, William Iván Solís, precisó que en el pueblo apenas han tenido dos casos sospechosos al Covid-19, y que ambos resultaron negativos. Sin embargo, dijo que a unos 120 empleados municipales que han estado activos durante la emergencia se les practicará la prueba serológica de manera preventiva.
Como parte de este proceso se utilizarán unos 100 ‘rapid test kits’ que el Departamento de Salud les proveyó hace unas dos semanas, precisó Solís.
Sin personal adecuado
Pese a que la situación luce controlada por el momento, quedan ciertos cabos por atar para evitar el riesgo de que un brote repentino tenga consecuencias trágicas, apuntó la líder viequense Elda Guadalupe Carrasquillo.
En su visita del pasado jueves, el secretario de Salud, Lorenzo González, visitó el Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT) temporero que se estableció en la ‘Isla Nena’ luego del huracán María. Emeric dijo que González se comprometió a proveerle dos respiradores artificiales adicionales al centro de salud, mientras que Guadalupe Carrasquillo, quien participó de la visita, sostuvo que sería un solo ventilador.
Al momento de publicación, el Departamento de Salud no había confirmado cuántos ventiladores se enviarían al CDT viequense.
Independientemente de la cantidad, la principal preocupación de Guadalupe Carrasquillo es que el CDT no cuenta con los terapistas respiratorios que manejan estos aparatos. La activista expresó que González sufrió que, mediante el mecanismo de teleconsulta, profesionales en la isla grande orienten al personal del CDT en caso de que algún paciente requiriera conectarse a un ventilador.
“Igual que pasa con el transporte aéreo, que cuando hay mal tiempo el helicóptero no puede salir, el wi-fi se va a caer, porque aquí la señal satelital no es la mejor. Debe haber un personal aquí, aunque sea por un contrato de tres a seis meses a uno o dos terapistas respiratorios que estén aquí en Vieques ‘full-time’. No podemos confiar solo en la teleconsulta”, alertó Guadalupe Carrasquillo.
Un riesgo la reapertura
Tanto los alcaldes como los líderes comunitarios se mostraron escépticos de que reanudar el tránsito usual hacia las islas municipio sea prudente en momentos en que las altas esferas del gobierno se preparan para relajar las restricciones que han imperado desde que se instituyó el estado de emergencia.
“Tenemos un celo profundo y tenemos que tener mucho cuidado. Culebra es bien dulce para que la gente llegue aquí. Es como Cabo Rojo, como La Parguera, la gente acude en masa, pero la gente tiene que estar consciente de que estamos pasando por una cuestión seria y peligrosa. Tenemos que esperar hasta que haya cesado el peligro”, subrayó Pérez.
Solís, en tanto, estimó que quizás para inicios de junio podría ser viable que Culebra “reabriera” sus costas a los visitantes que tanto la frecuentan en verano año tras años.
“A principios de junio, siempre y cuando sea cumpliendo con unos métodos de prevención y se mantenga una orden ejecutiva de que se tienen que seguir usando mascarillas, ‘sanitizer’ y alcohol. Sería bien difícil que comenzara una incidencia de contagios en caso de que se haga una reapertura son toda la responsabilidad del Estado”, puntualizó Solís.
Guadalupe Carrasquillo se hizo eco de los sectores que han alertado que la falta de datos precisos sobre la prevalencia del Covid-19 debe ser un disuasivo al considerar la reactivación de sectores comerciales.
“En general, en Puerto Rico no es prudente porque no tenemos la data. Hasta que no haya más pruebas y data es un riesgo que no debemos estar corriendo” dijo la viequense.
El alcalde, Emeric, también hizo un llamado a la cautela, aunque se mostró a favor de que se liberen algunas restricciones sobre negocios como ferreterías, centros de piezas o mueblerías.
“Hay que tener cuidado con las actividades masivas, que ahí las artísticas son las que más sufrirían, e incluso las deportivas. Esto va pa’ largo. Hay que tratar de reanudar la vida normal (pero) con precauciones. Antes la gente tuvo que aprender a vivir con tuberculosis, que era bien contagiosa en un momento dado. Y viendo la cosa aquí, creo que vamos a tener que aprender a vivir con la enfermedad. Con el traslado de turistas a Puerto Rico hay que tener mucho cuidado, especialmente con los que vienen de Estados Unidos, que es el país más contaminado”, sentenció el ejecutivo municipal.
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