El presidente Donald Trump afirmó el lunes que será él quien decida cómo y cuándo aliviar las normas de distanciamiento social, mientras se muestra cada vez más ansioso para reabrir lo más pronto posible al país afectado por el coronavirus.
Gobernadores y líderes locales, quienes han implementado restricciones obligatorias, expresaron su preocupación de que el plan de Trump de regresar a la normalidad quitará vidas y extenderá la duración del brote.
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Trump ha presionado para reabrir la economía, que se ha desplomado por el cierre de empresas y millones de personas que se están quedando sin empleo y batallando para obtener las necesidades básicas.
Trump tuiteó el lunes que “dicen que es decisión de los gobernadores abrir los estados, no la del Presidente de Estados Unidos & Gobierno Federal. Que quede completamente claro que esto es incorrecto… es la decisión del Presidente, y por muchos buenos motivos”.
“Habiendo dicho eso, la Administración y yo trabajamos de cerca con los Gobernadores y esto continuará. ¡Una decisión mía, en conjunto con los Gobernadores e información de otros, se tomará a la brevedad!”, agregó.
El mes pasado Trump implementó recomendaciones a nivel nacional para que la mayoría de los estadounidenses se quedaran en casa y mantuvieran distancia para contener la propagación del virus. Sin embargo, sus normas, que expirarían al final del mes, tienen poco impacto, a diferencia de las medidas de gobernadores y líderes locales que implementaron multas y otras penalidades y, en algunas jurisdicciones, se extenderán hasta junio.
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Trump se ha enfurecido ante las críticas de que las restricciones sociales, cuyo objetivo son detener la propagación del coronavirus, pudieron haber salvado vidas de haberse implementado antes, y que cuando se suavicen sin duda surgirán nuevos casos.
En la mayoría de los pacientes, el virus causa síntomas leves o moderados y se recuperan en unas pocas semanas. Pero puede matar o causar complicaciones graves como la neumonía a algunas personas, como ancianos o gente con problemas médicos previos.
Estados Unidos es el país con más casos y muertes confirmadas, más de 555,000 y más de 22,000 respectivamente, según la Universidad Johns Hopkins. El estado de Nueva York es el más afectado, con un registro de 700 muertes por sexto día consecutivo.