La forma en que los policías patrullan las calles está cambiando por la pandemia. Con cada vez más agentes caen enfermos, en el departamento de policía de la Ciudad de Nueva York, el más grande del país con 36,000 agentes, más de 7,000 están de baja y más de 2,000 fueron diagnosticados con COVID-19.
Estos cambios han causado que las autoridades estadounidenses estén emitiendo citaciones en lugar de realizar detenciones de bajo nivel, controlan el cumplimiento del distanciamiento social y colocan detectives en los autos patrulla, lo que a su vez podría reducir la tasa de criminalidad.
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Aunque es improbable que las autoridades anuncien que están controlando menos algunos delitos, “eso será el caso”, dijo Philip Stinson, criminólogo de la Universidad Estatal Bowling Green.
“En muchos aspectos, en las próximas semanas, van a estar en modo de supervivencia”, añadió.
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Pero aunque las detenciones por narcóticos han caído, la venta de droga continúa y los traficantes pueden haberse visto obligados a cambiar sus estrategias, apuntó Rodney Phillips, quien formó parte de una pandilla en Chicago pero ahora trabaja como mediador de conflictos en la ciudad.
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“Estos muchachos ya se enfrentan a la pobreza y a la muerte en esas zonas”, afirmó. “Ahora podrían estar vendiendo más por internet, pero no van a dejarlo solo por el coronavirus”.
Un hombre de Maryland acusado de operar una tienda en la Darknet dedicada a la venta de opiáceos con prescripción, presumió en su página diciendo: “Incluso con el Corona Virus (sic) la tienda funciona a toda velocidad”.
Otros delitos, sin embargo, podrían verse avivados por las cuarentenas.
El jefe de la policía de Houston, Art Acevedo, dijo que en la ciudad los asaltos agravados se incrementaron en un 10% en las tres últimas semanas, y la mitad de ellos fueron violencia doméstica, una proporción mucho más alta de lo habitual. Las llamadas a la línea telefónica directa de abuso y maltrato a menores de Missouri se redujeron a la mitad al inicio de la pandemia en el estado. Según defensores, las llamadas ya no se realizan porque los menores no van a la escuela.
Y Chicago registró un repunte de la violencia armada esta semana, de acuerdo con el periódico Chicago Sun-Times, que reportó 60 balaceras –19 letales– entre el domingo y el jueves.
En San José, California, el jefe de policía Eddie Garcia espera que la tendencia a la baja continúe una vez termine la pandemia, pero sus agentes se están preparando para lo peor.
“Cuanto más tiempo estemos confinados, más tiempo estaremos jugando con fuego”, vaticinó.