Estados Unidos se convirtió rápidamente en el país con más casos de coronavirus en el mundo, registrando cerca de 400 mil infectados y casi 13 mil muertes.
Y mientras se anticipa que esa nación norteamericana se adentra a una fase tétrica ante el aumento en las pérdidas humanas –y económicas– surgen informes sobre cómo el gobierno de Donald Trump arrastró los pies y perdió valioso tiempo cuando la amenaza apenas se asomaba el horizonte.
PUBLICIDAD
Una investigación de The Associated Press mostró que las agencias federales esperaron hasta mediados de marzo para comenzar a realizar grandes órdenes de mascarillas N95, ventiladores y otros materiales necesarios para enfrentar la crisis de salud.
Y aun después de que la pandemia tocara puertas en Estados Unidos, el presidente Trump restó importancia en repetidas ocasiones a la amenaza que representaba el COVID-19.
Eventualmente, el presidente tuvo que cambiar su postura y rodearse de expertos que rápidamente pusieron en perspectiva la amenaza que se les iba encima.
Hoy, incontables sistemas de salud en Estados Unidos no tienen la capacidad para atender la gran cantidad de pacientes que llegan todos los días. Médicos, enfermeras y todos los trabajadores de la salud se enfrentan cada día a un ambiente de trabajo de alto riesgo. Muchos han muerto en el camino.
El martes, Nueva York registró 731 nuevas muertes, para un total de 3,302, más que los que murieron durante el ataque del 11 de septiembre a las torres gemelas.
PUBLICIDAD
Tres de cada cuatro hospitales en Estados Unidos tienen pacientes con casos confirmados o posibles del coronavirus, dice un reporte del gobierno federal según el cual los centros médicos pronto se verán abrumados a medida que la pandemia llega a su cúspide, informó el lunes The Associated Press.
Expertos critican al gobierno federal y a muchos gobiernos estatales por no implantar a tiempo medidas de distanciamiento social.
“A ellos se les fue la guagua, no hicieron el lockdown a tiempo. No se pusieron más estrictos”, lamentó el doctor Juan Salgado, miembro del task force médico sobre coronavirus de Puerto Rico.
Salgado destacó que el estricto toque de queda en efecto desde mediados de marzo ha sido clave que que los casos de coronavirus no se hayan disparado en la isla.