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Exfuncionaria de Salud defiende el manejo de suministros donados después de María

Yolanda Huertas alegó que los productos expiraron porque fueron mal empacados

La exempleada del Departamento de Salud Yolanda Huertas justificó el proceder de la agencia con relación a dos cargamentos de suministros médicos donados poco después del paso del huracán María, y que incluían materiales que se desperdiciaron por no haberse mantenido en las condiciones de refrigeración adecuada.

En un informe con fecha del 1 de abril, la exfuncionaria contradice al reconocido oncólogo Fernando Cabanillas, cuyas hijas gestionaron los donativos que se enviaron a la isla desde Estados Unidos en octubre de 2017. El médico denunció recientemente que la inacción de Huertas y la entonces jefa de personal en Salud, Mabel Cabeza, una vez aterrizaron los respectivos aviones con los cargamentos, el 5 y 13 de octubre de 2017, provocó la pérdida del material biológico. El informe firmado por Huertas fue sometido a la oficina de comunicaciones del Departamento de Salud.

Según reportó El Nuevo Día, partiendo de las alegaciones de Cabanillas, el valor estimado de las donaciones ascendía a $600,000.

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Huertas, ex secretaria auxiliar de Servicios Médicos y de Enfermería en el Departamento de Salud, señala en su escrito que “los medicamentos enviados el 5 de octubre se fueron a buscar sin problema alguno y se le envió foto de las cajas a la hija del doctor Cabanillas”.

Anejado al informe se incluye una foto en la que presuntamente se observan las cajas que llegaron en ese primer cargamento y que Huertas aseguró se buscó al día siguiente.

Contrario a lo que sostuvo Huertas, Cabanillas ha asegurado que parte del contenido de ese cargamento se dañó.

De acuerdo con Huertas, el material biológico que Cabanillas denunció fue desperdiciado llegó a la isla el viernes 13 de octubre de 2017.

El cargamento, según el informe, llegó en cajas correspondientes a cinco ‘tracking numbers’ distintos. Dos de estos números de identificación, a su vez, correspondían a cajas que contenían insulina y vacunas.

Huertas alegó que, al acudir a las oficina del servicio FedEx a recibir los paquetes el 13 de octubre, solamente pudo reclamar uno de los envíos, pues no contaba con los restantes cuatro números de rastreo. Tras notificarle a una de las hijas de Cabanillas que el lunes 16 de octubre realizaría las gestiones para recibir las cajas restantes, esta le envió los otros cuatro ‘tracking numbers’, incluyendo los correspondientes a las cajas con vacunas e insulina.

Al recoger estas cajas y llevarlas al centro de distribución del Departamento de Salud, Huertas indica que se percataron de un “error en el empaque”, puesto que el material, presuntamente, no se había refrigerado adecuadamente.

“Las cajas no indicaban la necesidad de refrigeración. Solo tenía una pegatina que indicaba lo siguiente: ‘May require refrigeration store according to manufacturer’ (Podría requerir refrigeración, según el manufacturero). Las neveras de ‘foam’ no tenían termómetro para medir temperatura. Tampoco contenían los ‘ice pack’ (bolsas de hielo) suficientes para mantener los medicamentos a temperatura adecuada. Los dos o tres que tenía ya estaban descongelados”, reza el informe al que Metro tuvo acceso.

Según dos recibos anejados al informe, los materiales perdidos incluían 1,000 frascos (vials) de vacunas contra el tétano (Tenivac Injection 5-2Lf), 1,000 frascos de vacunas contra la rabia (Inmovax Rabies injection 2.5/mL), 500 frascos de insulina Novolog U-100 y otros 500 frascos de insulina Humulin R U-100.

Los recibos sitúan el valor de estos suministros en $4,000.

“No tengo ningún interés ni tampoco tiempo para discutir con ella. Nunca quisieron aceptar la responsabilidad por su ineptitud y pérdida de tantos medicamentos”, expresó el doctor Cabanillas por mensaje de texto cuando este medio lo contactó.

Huertas, sin embargo, liberó al Departamento de Salud de responsabilidad por la pérdida de estos medicamentos.

“Se procedió a colocar toda la mercancía en neveras en lo que la licenciada Santiago, de Sarafs (Secretaría Auxiliar para la Reglamentación y Acreditación de Facilidades de Salud), corroboraba con las casas farmacéuticas si los productos podían ser utilizados”, menciona Huertas, al detallar que el cargamentos salió de Kansas City el 11 de octubre y llegó a la isla dos días después, luego de hacer escala en Memphis el 12 de octubre.

“Lamentablemente, los medicamentos no se pudieron utilizar por lo siguiente: 1) Estuvieron en tránsito varios días, sin la refrigeración adecuada… 2) Aunque se hubiese tenido la oportunidad de recogerlos el mismo día 13 de octubre, no se hubiesen podido utilizar, por los errores cometidos en el empaque y envío, sin la refrigeración adecuada. 3) No teníamos constancia (de) cuándo fue que se empacaron los mismos, lo cual puede aumentar la cantidad de horas sin refrigerar. 4) Las casas farmacéuticas no recomendaban el uso debido a que no se tenía visibilidad sobre el total de horas sin refrigerar ni la temperatura (a la) que fueron expuestos desde que salieron de Memphis hasta ser recogidos en Carolina”, expuso Huertas.

El secretario de Salud, Lorenzo González, dijo en una conferencia de prensa el miércoles que, a su entender, Huertas se había retirado de la agencia. Cabeza, quien era considerada la mano derecha del exsecretario Rafael Rodríguez Mercado, fue despedida por González el lunes pasado, mientras trabajaba en destaque en La Fortaleza.

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