Pese a la apuesta por aplanar la curva de contagios por medio de medidas de distanciamiento social, Puerto Rico también necesitaría realizar entre 5,000 a 6,000 pruebas diarias para controlar el brote de la nueva cepa del coronavirus también conocido como Covid-19.
Y es que, de acuerdo con Bárbara Segarra, tecnóloga médica, este sería el número ideal para atender a personas que son ’first responders’ como médicos, personal de enfermería, paramédicos y policías ya que constituye la primera línea defensa para combatir el virus. Asimismo, esta proyección de pruebas es necesaria para las personas que van identificando como casos sospechosos del Covid-19.
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“Si nosotros por ahora, para la gente que está presentando síntomas y la gente que son first responders, nosotros necesitaríamos de 5,000 a 6,000 pruebas diarias”, opinó la también decana de la Escuela de Profesionales de la Salud del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico. Hasta ayer, la isla solo había realizado 3,482 pruebas en un mes.
Sin embargo, la expresidenta del Colegio de Tecnólogos Médicos, señaló que unos de los obstáculos que enfrenta la isla es la cantidad de materiales para realizar las pruebas moleculares también conocidas como las PCR. Según Segarra, estas pruebas resultan más seguras y confiables ya que son más específicas y son pruebas nasofaríngeos que es donde se va a encontrar el virus. En cambio, los rapid test es menos específico y podría revelar un resultado impreciso.
“La metodología que se usa en algunos sitios puedes ir el mismo día en unas seis u ocho horas [el resultado de la prueba molecular]. El problema es q en Puerto Rico a pesar de que tenemos más de 300 laboratorios bien preparados no tenemos los materiales, no tenemos acceso a los materiales de las pruebas”, comentó.
Debido a lo que catalogó como una escasez en las pruebas, alertó que no todas las personas deben recurrir a realizarse las pruebas para detectar el Covid-19.
Asimismo, advirtió que hay personas que aun con los síntomas no acuden a realizarse las pruebas y planteó que estos podría ser peligroso para detener los contagios en la isla. “Tenemos personas con síntomas y con una orden médica, pero han decidido que no se la quieren hacer y después estas personas contagian y no van a tener la vigilancia del Departamento de Salud para poder actuar a tiempo y que no tengamos otra muerte”, precisó.