Kirsten Steno comenzó a trabajar hace 30 años en diseño interior y un día tuvo un burnout. Quiso volver a su origen, a cuidarse y a ayudar a la gente. “Tenía un don: hacer que el hogar de la gente reflejara su alma y su personalidad”, le contó a Metro. Así, escribió su libro, comenzó una fundación y gracias a Martha Beck creó el método House Coaching, una manera en la que cambiar el hogar cambiaba la vida. House Coaching: Reformar el hogar para sentirse mejor dentro de él
Ahora ya tiene su propia escuela, House Coaching Institute, donde a través de sesiones online y enseñanza y también presenciales, muestra cómo las personas pueden transformar su refugio. La coach habló con Metro sobre cómo se puede transformar el hogar en esta época de aislamiento y cómo hacer de nuestro techo un refugio que cambie nuestra vida y nuestra energía. Y sí que funciona.
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House Coaching: Reformar el hogar para sentirse mejor dentro de él
Se suele ver el diseño interior como una cosa de privilegiados. Y más en estos momentos donde muchos muestran el privilegio en sus enormes casas, en cuarentena.
–Decir “voy a casa” es algo que ahora se ve más que nunca: es algo que no tienen muchas personas ahora, en todo el mundo. Es un privilegio. Y la gente debe valorar eso. No lo pueden dar por sentado.
Es un largo viaje para mucha gente decir “me voy a casa”. Tengo una dirección y por eso tengo una tarjeta de crédito. Miles de cosas que puedo hacer por eso. Tengo seguridad social. Y esto no se trata de poner cosas bonitas en la pared, se trata de saber quién soy de mi autocuidado. Ahora bien, lo principal es saber que la gente necesita un techo en dónde vivir y sentirse segura. Si no es seguro, si es lejos.
Hay muchas cosas: si hay agua caliente, si el edificio es viejo, si es temporal, y es peligroso porque no sabemos cuán temporal es. Ahora, ten en cuenta que mucha gente vive con las cosas en las cajas porque no quiere desempacar. Si desempaco, tengo que quedarme y tengo que habituarme a la idea de que esta es mi vida. Y es triste, pero hay gente con todo, carreras, carros, cargos, pero ellos no se sienten en su hogar.
¿Cómo se refleja eso? Sobre todo cuando el diseño escandinavo es tan popular ahora.
–Ahora el diseño escandinavo es muy popular. El hygge, sobre todo. Y es por nuestro clima horrible, en realidad. Estamos juntos, tenemos sábanas, y nos aseguramos de tener un hogar a pasar de la tormenta. Y pasamos tiempo con los otros, hablamos en la mesa. Nos conectamos.
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Es una cosa de cultura y también, obviamente, porque no tenemos que preocuparnos por dinero, gracias a nuestro estado. No tenemos violencia. Es claro que en un país en el que soy joven y no tengo oportunidades, probablemente seré violento. Esto viene de la seguridad, porque mi país es seguro. Y en esta pandemia nos ayudamos unos a otros, eso es lo que amo de mi país. Ahora, trasladémoslo a decorar: mucha gente que viene de otros lados, por ejemplo de Hong Kong, ven nuestro diseño y dicen “quiero todo eso” y lo tienen. Pero no los refleja.
Ya en estos momentos no estamos para pretender. ¿Cómo transformar el espacio en dónde estamos viviendo, así sea con poco dinero?
–Si te gusta y lo ves y te hace feliz, intégralo a tu esencia. Muchas veces hay millonarios rusos en Londres con apartamentos geniales, compran cosas super caras, pero se quedan en hoteles porque ese no es su hogar. No hay conexión. A una mujer rusa llena de joyas le pregunté si dormía bien en su hogar. Si su hogar reflejaba sus valores. Luego de que hablamos, ella lloró, ella trataba de ser inglesa.
Le pregunté qué amaba de su país y le dije que armara en su pared imágenes de su país. Y eso la hizo feliz. El hogar debe ser un lugar donde te conectes y te recargues y te cuides. Porque si no te das tiempo, nada te lo dará. Y si cambias todo, todo será diferente. Esto no es sobre dinero sino darte autocuidado, de reflejar quien eres.
¿Cómo funciona tu método?
Comenzamos por una habitación. Online, te enseño cómo hacerlo. Te pregunto qué detestas de ese espacio. Es más fácil decidirlo así. Luego, trabajo con los pensamientos limitantes. No sé qué quiero, no tengo dinero.
Y conozco de la persona cuando me manda 6 imágenes de Pinterest de cosas que nunca querría. Luego, de seis cosas que tendría si todo fuese posible. Y luego de seis memorias felices de su vida. Una chica de Polonia odiaba el árbol que crecía al frente de su habitación. Le recordaba algo de su vida que odiaba. Le pregunté si ella odiaba ese árbol de veras y si podría reconvertir ese pensamiento y que lo argumentara. Y ella reconfiguró su espacio alrededor de eso. Cambió tu vida completamente. Transformó su vida al punto de que es house coach y tiene dos hijos ahora.
Ahora, para ricos y pobres, muchos dolores son los mismos. Con esto hago que la gente cambie sus espacios, su vida e incluso les enseñamos a las mujeres cómo hacer dinero y cómo pedirlo.
También hay montones de información y productos. Nadie sabe cómo comenzar.
Están perdidos. Cuando voy a Ikea, veo a las parejas y las analizo. Si van a durar, o no, basada en sus decisiones de compra. Y no es porque se trate de muebles, sino de sus valores. Así que cuando vamos a ordenar o a decorar, podemos tener un plan y luego ver alternativas que resultan mejores. Y si las parejas ceden en esto y reflejan lo de ambos, comprarán las cosas y harán las cosas por las razones correctas.