DACA, Bangladesh — Las marcas minoristas de moda han cancelado o dejado en suspenso pedidos por valor de más de 3.000 millones de dólares debido al brote de coronavirus, según fabricantes textiles en Bangladesh, aunque unas pocas aceptaron pagarlos de todos modos.
Los datos publicados el lunes por la Asociación de Fabricantes y Exportadores de Moda de Bangladesh (BGMEA, por sus siglas en inglés), incluían pedidos formalizados, en proceso y previstos en el país, que es el segundo mayor exportador de ropa después de China.
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Los pedidos cancelados incluían decenas de millones de dólares en compras de grandes marcas como la holandesa C&A, la española Inditex, las británicas Marks & Spencer y Tesco y las estadounidenses Walmart y Target, según los reportes de los fabricantes a la asociación bangladesí.
Bangladesh empieza a notar el impacto directo de la pandemia y su gobierno ordenó el cierre de la mayoría de los negocios para ayudar a combatirla. Pero los efectos en el mercado de exportación del país llevan semanas golpeando su economía.
Un sondeo de propietarios de fábricas en Bangladesh publicado el viernes indicaba que se había enviado a casa a millones de trabajadores fabriles sin los salarios o indemnizaciones que se les debían.
La BGMEA informó de pedidos en suspenso por valor de 1.800 millones de dólares y cancelaciones por valor de 1.400 millones de dólares. Las cancelaciones de pedidos previstos entre abril y diciembre suponían casi 1.700 millones de dólares. Las cifras eran conservadoras porque excluían pedidos para varios compradores.
Los nuevos datos se incorporaron en un reporte del Centro por los Derechos Laborales Globales de la Universidad Estatal de Pensilvania y el Consorcio de Derechos de los Trabajadores, una organización laboralista con sede en Washington D.C.
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Fabricantes y grupos sindicales en Bangladesh pidieron a las grandes firmas que cumplieran sus compromisos con los proveedores.
La sueca H&M indicó que pagaría a los fabricantes por los pedidos que ya estaban en producción.
PVH, propietaria de las marcas Calvin Klein, Tommy Hilfiger y Heritage, indicó a sus proveedores que emitiría los recibos retenidos desde el 18 de marzo. Los recibos posteriores se procesarían de forma gradual.
El pago de los pedidos en producción o terminados pero sin enviar permitiría a los propietarios de las fábricas obtener financiamiento para aguantar el receso en la producción, indicaron las compañías en una carta a la que tuvo acceso The Associated Press.
“PVH y H&M están haciendo lo correcto, en contraste con la larga lista de firmas que se niegan a pagar por productos que los trabajadores ya han fabricado para ellos”, dijo Scott Nova, director ejecutivo de Worker Rights Consortium.
Las grandes marcas occidentales de moda se han visto muy presionadas en los últimos años para que mejoren las conficiones en las fábricas que producen sus artículos, después de que cientos de trabajadores murieran en enormes incendios y otros desastres.
El cierre de tiendas y otras interrupciones provocadas por el virus han puesto a prueba una frágil cadena de suministro en la que los grandes compradores exprimen a sus proveedores desde hace años.
Más de un millón de los más de 4 millones de trabajadores del sector textil en Bangladesh han perdido y sus empleos o han sido despedidos temporalmente por las cancelaciones de pedidos y la falta de pago por los pedidos cancelados.
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