Historia de amor en tiempos de coronavirus. Un dron, una cena a distancia y una cápsula gigante para conocerse

Jeremy Cohen es un fotógrafo neoyorquino que pasa los días de cuarentena en su apartamento de Brooklyn para evitar el contagio por coronavirus. Durante los últimos días, Cohen hizo viral un vídeo en el que compartía como había logrado compartirle su número de teléfono a una joven que vive justo frente a su edificio.

La mujer es Tori Cignarella, una joven que salió a bailar al techo de su edificio sin saber que desde una ventana en frente la había visto Cohen. En el vídeo subido por el joven, enseña el momento en que avista a Cignarella y aseguró que “sabía que tenía que saludarla”.

Cohen saludó a su vecina desde la ventana y volvió dentro de su apartamento para tomar su dron y con una cinta pegada encima, le escribió su numero de teléfono esperando que la joven le enviara un mensaje de texto.

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Las imágenes muestran al fotógrafo volando el dron entre los edificios y llegó hasta la mujer que lo recibió con sorpresa, y para fortuna de Cohen, le escribió una hora después.

Desde entonces, ambos siguieron escribiendo y conociéndose. Luego, Cohen invitó a Cignarella a cenar, y teniendo en cuenta la cuarentena bajo la que se encuentran tuvieron una cita algo inusual. Desde su techo, la compañera de apartamento de la joven se unió al fotógrafo para instalar una mesa con flores y comida donde estaría sentada, y lo mismo hizo Cohen desde su balcón. Hablaron por Facetime y tuvieron la cita que estaban esperando. Hasta que Cohen decidió llevar las cosas al siguiente nivel.

“Llegó la hora de mi movimiento más atrevido”, dijo Cohen al inicio del tercer vídeo que ha revolucionado las redes el pasado sábado. Queriendo respetar la distancia social requerida para evitar contagiarse de COVID-19 pero decidido a ver de cerca a la chica, el joven consiguió una cápsula de plástico redonda gigante donde se metería para caminar al frente de su edificio y visitar a Cignarella.

Cohen le escribió a la joven para que saliera y esta lo recibió asombrada. Ambos caminaron por el barrio, el en la burbuja y ella fuera. Hasta la policía se hizo parte de la historia al detenerlos para tomarse una foto.

La historia de Jeremy y Tori continúa dando de que hablar como una historia de amor en tiempos de coronavirus.