La alcaldesa de Salinas, Karilyn Bonilla Colón, denunció que al igual que ocurre en Cabo Rojo, Arecibo y Patillas, continúan llegando diversas embarcaciones con la intención de desembarcar en la Isla, violando las disposiciones del toque de queda ante la pandemia de Covid-19. “Se está ejerciendo control en el muelle del Viejo del Viejo San Juan con los cruceros y en el aeropuerto Luis Muñoz Marín en Isla Verde con los viajeros, pero se está fallando en nuestras zonas y tenemos que proteger a nuestra población”, detalló la alcaldesa.
Bonilla Colón explicó que problema que se está experimentando en la costa salinense es que la Guardia Costanera permite entrar dichas embarcaciones sin control alguno, sin alguna prueba como la toma de temperatura a los tripulantes de las mismas. Aunque la Marina de Salinas está cerrada y está cumpliendo todas las disposiciones del toque de queda, están llegando embarcaciones a la costa para desembarcar.
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“Ayer sábado llegó a Salinas un velero de Islas Turcos y Caicos, con varios adultos y dos niños menores de edad. La semana anterior al inicio del toque de queda, llegaron siete veleros de Francia. Se sabe que Salinas siempre ha sido destino para botes y veleros de todo tipo, el problema es que en medio del toque de queda, está llegando gente que no está guardando las disposiciones del mismo, como lo estamos haciendo aquí en el pueblo”, alegó Bonilla Colón.
Las islas Turcos y Caicos están a 414 milas de Puerto Rico, son un archipiélago de 40 islas en el Atlántico y políticamente es un territorio británico de ultramar al sureste de las Bahamas.
La también ex directora de la Agencia Estatal para Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (AEMEAD, ahora Negociado), exhortó al nuevo secretario del Departamento de Recursos Naturales (DRNA), Rafael Machargo, que imparta instrucciones para que se coordine con la Guardia Costanera un protocolo que pueda garantizar el manejo adecuado de los botes y veleros que pretenden llegar a Puerto Rico.
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“Puede ocurrir que alguna embarcación venga a con un desperfecto, que necesite combustible o comprar alimentos, pero son las excepciones y se debe mantener un registro de toda embarcación, hacer las advertencias de rigor e informar los detalles de la cuarentena de 14 días, donde la embarcación esté identificada con bandera amarilla”, añadió la alcaldesa.
El viernes pasado se supo de un caso en Arecibo donde unos estadounidenses de Florida que estaban en St. Thomas, alquilaron un velero y llegaron al norte de Puerto Rico, uno de ellos con síntomas de Covid-19 y recibió tratamiento. El director de la Autoridad de los Puertos, Joel Pizá, dijo a la prensa que desconocía donde donde el navegante recibió medicamentos y dónde se realizó las pruebas de laboratorio, porque el hospital se rehusó si quiera a confirmar si su instalación recibió una persona que entró por velero a la costa. “Aquí tenemos un ejemplo claro se lo que no se puede permitir, tiene que haber un protocolo para estos casos”, aseguró Bonilla.
Esta pasada semana, el alcalde de Cabo Rojo, Roberto ‘Bobby’ Ramírez Kurtz, denunció que en varios sectores de la costa hay embarcaciones que están llegando sin los controles adecuados, e interactuando con vecinos de Puerto Real, con una comunidad de 7,000 habitantes. “Nosotros tenemos preocupación por la seguridad de ellos y de nosotros”, sostuvo Ramírez Kurtz en entrevista radial.
Mientras, el alcalde de Patillas, Norberto Soto, aseguró que la semana pasada tuvo una situación con una embarcación de nacionalidad europea, que entraron y salieron de Patillas sin que ninguna autoridad corroborara si podrían estar enfermos. “Aunque en Patillas no tenemos muelle, está marcado en las cartas náuticas como zona de descanso y ya conversamos con la Policía Estatal y los taxistas de aquí para que se evite la entrada de personas, para cumplir con las disposiciones de la cuarentena. La Guardia Costanera y Aduana deben tomar acción con esto”, aseguró Soto.