La venta de armas en Estados Unidos se disparó en las últimas dos semanas, coincidiendo con el avance de la pandemia de coronavirus.
Las personas almacenan armas y municiones por temor a que la pandemia pueda desencadenar disturbios sociales.
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“Hemos tenido un aumento de alrededor del 800 % en las ventas“, dijo David Stone, propietario de la tienda Dong’s Guns, Municiones y Recargas, ubicada en Tulsa, Oklahoma.
“Todavía no me he quedado sin ningún calibre pero estoy cerca“.
Stone dijo que la mayoría de los clientes que se apresuran a abastecerse de armas de fuego y municiones son compradores primerizos, que se apoderan de cualquier cosa disponible.
“Es el miedo al coronavirus (…) Yo mismo no lo entiendo y creo que no es razonable“.
Este incremento en la venta de armas se ha experimentado en todo Estados Unidos, ante el temor colectivo a un derrumbe del orden social si se intensifica la crisis sanitaria y económica causada por el virus.
Tiffany Teasdale, propietaria de Lynnwood Gun, ubicada en el estado de Washington, uno de los estados más afectados por el coronavirus, atestigua el aumento masivo en la venta, incluso con clientes haciendo fila una hora antes de que abra la tienda.
“Solíamos tener lo que llamaríamos días muy ocupados, de 20 a 25 armas de fuego vendidas (…) Hoy, estamos viendo más de 150“, dijo Teasdale, quien relató que tuvo que contratar a un portero para mantener a los clientes bajo control.
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“Mucha gente está comprando escopetas, pistolas, AR-15 (rifles semiautomáticos), todo“, dijo Teasdale, asegurando que algunos productos comienzan a escasear.
Al igual que Stone, dijo que la mayoría de sus clientes son compradores primerizos, quienes antes de realizar una compra deben someterse a una verificación de antecedentes y, si es necesario, reciben un curso rápido sobre cómo manejar su nueva arma.
“Arma prudente“
Teasdale indicó que un cliente que entró en la tienda recientemente decidió armarse después de haber visto a dos mujeres peleándose por la última caja de agua embotellada en una tienda.
“Tenemos clientes que también están asustados porque se está diciendo a las fuerzas del orden que no respondan tanto a los llamadas debido a la escasez de personal“, añadió.
“Mucha gente tiene miedo de que alguien entre en su casa… para robar dinero, su papel higiénico, su agua embotellada, su comida“.
Nick Silverri, residente de Utah, dijo a la estación local de CBS que había comprado una escopeta por protección, pero que tenía problemas para conseguir munición.
“Una escopeta me pareció un arma prudente para defensa propia en caso de que el COVID-19 pusiera a la gente furiosa y loca“.
Sin embargo, muchos defensores de la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que protege el derecho de los estadounidenses a poseer armas, han advertido que el porte se podría ver amenazado por esta situación.