El Hospital Universitario Ramón Ruiz Arnau (HURRA) en Bayamón es el hospital principal designado por el Gobierno de Puerto Rico para atender a pacientes en estado crítico afectados por el nuevo coronavirus, pero hasta hace unas semanas 23 cuartos de aislamiento en este hospital tenían sus sistemas de “extracción negativa” dañados y se esperaba por fondos para arreglarlos. Estos equipos ayudan a manejar la presión y el flujo del aire hacia fuera y dentro de la habitación, minimizando el riesgo de contagio.
El Centro de Periodismo Investigativo (CPI) confirmó que hasta la tarde del jueves, el Gobierno continuaba realizando mejoras de último minuto en el HURRA, incluyendo sus cuartos de aislamiento. Dos fuentes indicaron que la institución no está del todo preparada para ser el hospital ancla en la emergencia, a pesar de que ya atiende casos sospechosos del COVID-19.
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El HURRA también esperaba hace unas semanas por reparaciones al sistema de aire acondicionado, por la instalación de un nuevo generador eléctrico, calentadores de agua y un circuito para máquinas de rayos X, CT scan y resonancia magnética, por mejoras eléctricas al laboratorio clínico, y la rehabilitación de cuartos y un piso entero del hospital, entre otros trabajos. En un documento del próximo presupuesto del Gobierno, el Departamento de Salud identificó la necesidad de más de $14 millones en reparaciones estructurales pendientes, solamente para el HURRA.
También están pendientes mejoras físicas a todos los CDTs, laboratorios clínicos y centros de salud como el Hospital Universitario (UDH) y el Hospital Pediátrico. En total, más de $144 millones en la sombrilla de Salud. Esto es adicional a los más de $300 millones en mejoras y construcción pendiente en el Centro Comprensivo de Cáncer, el segundo hospital identificado por el Gobierno para atender pacientes con el COVID-19.
Estos trabajos estaban programados para el próximo año fiscal, que comienza el 1 de julio del 2020 y tardarían meses en completarse. Ante la emergencia por el nuevo coronavirus, la Gobernadora Wanda Vázquez Garced dijo este jueves que realizan mejoras y compra de equipo de último minuto para hospitales como el HURRA y el Centro Comprensivo de Cáncer.
Cuartos de aislamientos en hospitales, la construcción de carreteras y puentes nuevos, la renovación del sistema energético, la rehabilitación de los planteles escolares: Puerto Rico lleva más de 10 años sin atender las necesidades de inversión en infraestructura. Para el Banco Mundial, la isla es la jurisdicción que menos dinero invirtió en su infraestructura entre 149 países el año pasado. Desde el 2007, año tras año, Puerto Rico se pelea las últimas posiciones junto a Eritrea, Guinea Bissau, Cuba y Zimbabue, según el índice que examina la inversión en capital como porcentaje del PIB y que incluye tanto el Estado, como la inversión que realiza el sector privado.
No solamente el Gobierno destina poco dinero a realizar mejoras de infraestructura en carreteras, puentes, hospitales y escuelas. Tampoco ha podido gastar todo el dinero que tiene aprobado para estas mejoras, dejando cientos de millones en la mesa.
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Desde el 2014, la administración de Alejandro García Padilla no gastó una cuarta parte de sus presupuestos de lo que se conoce como “mejoras capitales”. Entre los años fiscales 2017 y 2018, la administración de Ricardo Rosselló Nevares gastó poco menos de $900 millones en tales “mejoras capitales”, menos de la mitad de un presupuesto de $2,000 millones, según datos de la Oficina de Gerencia y Presupuesto (OGP).
Para el 2019, informes financieros del Gobierno muestran más de $70 millones sin utilizar en mejoras capitales en agencias. La Autoridad de Carreteras por ejemplo, tenía sin usar sobre $400 millones de fondos presupuestados para mejoras de infraestructura a dos meses de terminar el año fiscal, según indicó la entidad en su plan fiscal. Con solamente 1% de las carreteras estatales de Puerto Rico en buen estado, la corporación pública achacó el problema a retrasos en las subastas y escasez de mano de obra para realizar los trabajos de construcción.
A pesar del grave estado en el que se encuentra la infraestructura pública de Puerto Rico a lo que se sumó el impacto del huracán María, el Gobierno admitió al CPI que no gastó todo su presupuesto de mejoras capitales que incluyen construcción o proyectos que mejoren el estado y prolonguen la vida de la propiedad pública existente.
“Lamentablemente ha pasado en otros años donde se ha presupuestado para capex [capital expenditure o mejoras capitales], no se utiliza, cierra el año y básicamente tuviste una partida millonaria o multimillonaria sin utilizar, cosa que se pudo utilizar en otro proyecto o para otros servicios esenciales u otras agencias”, reaccionó Omar Marrero, principal oficial financiero del Gobierno.
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