El estado de Rio de Janeiro y la ciudad de Sao Paulo, principales focos del coronavirus en Brasil, se declararon el martes en “estado de emergencia“, imponiendo restricciones al funcionamiento de restaurantes y de los transportes públicos.
Brasil ha registrado hasta el momento 234 casos positivos de COVID-19, solo uno de ellos mortal, y prevé una intensificación de la pandemia en las próximas semanas.
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La víctima es un hombre de 62 años, quien falleció en Sao Paulo.
Entre las medidas anunciadas el martes, figura el cierre, durante 15 días, de lugares turísticos emblemáticos como el Pan de Azúcar o el Cristo Redentor del Corcovado, en Rio de Janeiro.
“Evite salir de su casa, por el amor de Dios y por el amor de sus padres y abuelos“, pidió a la población el gobernador de Rio, Wilson Witzel, en una conferencia de prensa.
Restricciones
El decreto determina “la reducción del 50 % de la capacidad (de los autobuses), que llevarán solo personas sentadas, así como en los barcos, trenes y metros“, dijo Witzel la mañana de este martes, en una entrevista con el canal TV Globo.
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Los restaurantes deberán funcionar a un 30 % de su capacidad y deberán privilegiar los servicios de entrega a domicilio o la venta de comida para llevar, en tanto que solo los servicios de alimentación podrán permanecer abiertos en los centros comerciales.
El decreto establece restricciones a la asistencia a las playas cariocas, donde el lunes vehículos de bomberos instaban a los bañistas a regresar a sus hogares.
En Sao Paulo, la mayor metrópolis de América Latina, el alcalde Bruno Covas decidió que la municipalidad dejará de hacer licitaciones para comprar suministros vinculados al combate contra la propagación del COVID-19, a fin de agilizar su adquisición.
En el transporte público, el gel desinfectante deberá estar sistemáticamente a disposición de los usuarios, especialmente en las estaciones de metro o de tren en las afueras de la ciudad.
*Con información de AFP