Ante la falta de una política pública clara sobre cómo frenar los contagios por la pandemia de la nueva cepa del coronavirus, es muy probable que la economía puertorriqueña se trastoque aún más a largo plazo.
Así opinó la economista Martha Quiñones, quien además señaló que resulta indiscutible que un toque de queda y un cierre de negocios alterará la economía del país.
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Al cierre de esta edición, en la isla se habían reportado cinco contagios por el coronavirus y ayer la gobernadora Wanda Vázquez anunció un toque de queda y un cierre de comercios inmediato hasta el 30 de marzo.
Quiñones subrayó que —al extrapolarlo con la emergencia provocada por los terremotos de enero— la ausencia de una clara política pública podría provocar pérdidas millonarias de hasta $90 millones diarios en el país. “Eso se puede duplicar si las empresas no pueden producir o si no les llega la mercancía. Es parte de ese dilema [ya que] se va agravando, va aumentando esa recesión a medida que la gente no tiene ingresos y entonces van a estar desesperados buscando cómo van a afrontar todas estas situaciones”, señaló la profesora de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo.
Inclusive, las propias Naciones Unidas estiman que el virus podría costarle a la economía global $1 trillón este año o más.
Por su parte, el también economista José Alameda afirmó que si la emergencia salubrista se extiende por mucho tiempo, sin duda “va a haber un daño significativo a los salarios, a la producción y a las ventas”.
Tanto Alameda como Quiñones alertaron, además, que mayores contagios por el coronavirus podrían colocar a la economía local en una posición peligrosa a largo plazo. “Hay que hacer estas medidas estrictas porque de otra manera podríamos quedar en una posición peor”, puntualizó Alameda.
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Quiñones, por su parte, destacó que las órdenes de toque de queda y cierres deben considerar el comportamiento de cada una de las industrias para minimizar su impacto económico. “Cuando declaras un toque de queda, tienes que haber contemplado cómo voy a actuar en cada uno de esos sectores… Hay una gente que no se ven como de primera necesidad porque no son empleados de salud o seguridad, pero son empleados necesarios para que el comercio e industria se mueva”, explicó la economista.
Reforma laboral provoca vulnerabilidad
Quiñones advirtió que no se ha tomado en cuenta el efecto de la reforma laboral en este escenario de emergencia y cómo afectan el bolsillo y el bienestar de la clase trabajadora del país. “La mayoría de las personas que están bajo contrato pueden coger días de enfermedad, pero no te van a pagar”, recordó. A su vez, sostuvo que se debe evaluar una moratoria al pago de rentas e hipotecas.