Millones de estadounidenses se guarecieron en sus hogares el lunes para protegerse del coronavirus, muchos de ellos echados del trabajo hasta nuevo aviso, mientras las autoridades tomaban medidas drásticas de contención y la lista de negocios obligados a cerrar en Estados Unidos se extendía a restaurantes, bares, gimnasios y casinos.
Dado que la economía de Estados Unidos parecía encaminarse a un alto total, el índice Dow Jones se desplomó casi 3.000 puntos, el 13%, su mayor pérdida porcentual en un solo día desde el Lunes Negro de 1987.
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La rápida paralización laboral generó una enorme preocupación entre los estadounidenses por sus empleos y sus ahorros, amenazaba con abrumar los programas de prestaciones por desempleo, e incrementó los temores de que el país esté encaminándose hacia una recesión.
El número de infecciones en Estados Unidos ascendió a unas 4.300, con al menos 78 muertes, dos terceras partes de ellas en el estado de Washington, donde muchos residentes de una casa de ancianos en los suburbios de Seattle han fallecido debido al virus.
Las autoridades en seis condados del área de la bahía de San Francisco emitieron una orden para que la gente “se refugie en donde esté”, la cual requiere que la mayor parte de los habitantes se queden en sus casas y sólo salgan para adquirir comida, medicinas o ejercitarse durante tres semanas, la medida más drástica tomada hasta ahora en Estados Unidos para reducir el número de contagios.
“Sé que la orden de hoy es un paso radical. Tiene que serlo. Necesitamos actuar ahora, todos”, dijo el doctor Grant Colfax, director del Departamento de Salud de San Francisco.
Los cierres afectaron a todos los rincones del país: a los que reparten la baraja en el blackjack de Las Vegas; a los trabajadores de los parques de diversiones en Orlando, Florida; a los empleados de restaurantes y bares en todo el país, y a los trabajadores vinícolas en California. Al menos ocho estados le pidieron a todos los bares y restaurantes que no abrieran parte del día cuando menos. Los casinos cerraron en Nueva Jersey.
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Tyler Baldwin, un cantinero de 29 años en el Taproom del mercado Pike Place de Seattle, una de las mayores atracciones turísticas de la ciudad, cerró temprano “para poder ir a casa y empezar a dilucidar cómo hacerle para recibir los cupones de alimentos y de desempleo, de verdad, cualquiera que sea el próximo paso para mantenerme a flote”.
Los camioneros que transportan bienes desde un puerto en Virginia tratan de resistir porque el volumen de carga ha disminuido mucho.
“En estos momentos es una lucha sólo por sobrevivir, sólo para poner comida sobre la mesa”, dijo Nicole Sapienza, integrante de la administración de Coastwide Marine Services en Virginia.
Aproximadamente 82 millones de personas _tres quintas partes de la fuerza laboral de Estados Unidos_ son empleados a los que se les paga por hora. Muchos de ellos no reciben su sueldo si no trabajan. Para los que están en la categoría que incluye a los trabajadores de los restaurantes, hoteles, parques de diversiones y casinos, solamente una tercera parte reciben su paga si se enferman, según Wells Fargo.
Kevin Hassett, exasesor económico del presidente Donald Trump, dijo en CNN que “las posibilidades de que haya una recesión global están cerca del 100% ahora”, y pronosticó que Estados Unidos podría perder aproximadamente un millón de empleos en abril