El número de mariposas monarca que llegaron a las tierras donde pasan el invierno en México disminuyó en aproximadamente 53% este año, informaron el viernes autoridades mexicanas.
Algunos activistas consideraron “desgarrador” el declive, pero Jorge Rickards, director en México del Fondo Mundial para la Naturaleza, dijo que la reducción “no es alarmante”.
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Consideró que las cifras elevadas del año previo fueron “atípicas” y que las monarcas habían vuelto a sus niveles promedio de población de los últimos años.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas señaló que la población de mariposas está “estable”, a pesar de que este año sólo se posaron sobre 2,8 hectáreas (6,9 acres), comparadas con las 6,05 hectáreas (14,95 acres) que cubrieron el año previo. Debido a que las monarcas se agrupan con tanta densidad en los pinos y abetos, es más fácil contarlas por área que por individuos.
“En las temporadas de hibernación más recientes, lo usual ha sido que las mariposas ocupen en promedio cerca de tres hectáreas de bosque”, señaló Rickards.
“La temporada anterior, 2018-2019, fue muy buena, con 6,05 hectáreas de bosque ocupadas, pero ciertamente atípica, gracias a que la primera generación de mariposas de la primavera 2018 en Texas encontró condiciones climáticas favorables”, agregó.
En contraste, en la primavera de 2019 las mariposas hallaron clima más frío en Texas que el año previo, y por lo tanto tuvieron menor capacidad para reproducirse.
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Millones de monarcas emigran cada año desde Estados Unidos y Canadá a los bosques de pino y abeto ubicados en el centro-occidente de México.
A diferencia de Rickards, Tierra Curry, investigadora del Centro para la Diversidad Biológica, escribió que los “científicos preveían que el conteo descendiera ligeramente, pero este nivel de disminución es desgarrador”.
“Es evidente que se requieren más protecciones para esta maravilla migratoria y su hábitat”, añadió.
Por su parte, el ambientalista y poeta Homero Aridjis dijo que “es preocupante la disminución en más del 50% de la población de la monarca en los santuarios, sobre todo por los efectos futuros del cambio climático en la ruta migratoria y en los sitios de hibernación en México”.
La delincuencia y la deforestación en el país también son motivo de preocupación, consideró. Un activista por la defensa de las mariposas y un guía en la reserva fueron asesinados este año.
Las cifras de mariposas del año pasado fueron las más elevadas desde la temporada de 2006-2007. Hace dos años cubrían 2,48 hectáreas (6,12 acres), una cantidad similar a la de 2020. En 2013-2014 estos insectos sólo se establecieron en 0,67 hectáreas (1,66 acres), un récord mínimo.
México ha logrado algunos avances para combatir la tala ilegal en la reserva, pero Aridjis hizo notar que en algunas áreas sigue siendo un problema. Las mariposas dependen del follaje de los árboles para protegerse de la lluvia y el frío.
Algunos científicos dicen que el área de aproximadamente 6 hectáreas (15 acres) que las mariposas cubrieron hace un año debería ser considerada un mínimo para la viabilidad de las monarcas migratorias en el futuro.
La pérdida del hábitat _especialmente el algodoncillo donde las mariposas depositan sus huevos_, el uso de pesticidas y herbicidas, así como el cambio climático, representan amenazas a la migración de la especie.