MADRID — Más de 60.000 personas estaban confinadas el viernes en cuatro localidades de Cataluña en la primera cuarentena impuesta en España, donde el número de casos de coronavirus repuntó notablemente, aumentando la carga que soporta la sanidad pública y la presión al gobierno para que tome más medidas.
La situación dentro y en torno a la capital, Madrid, donde hay casi 2.000 casos y los hospitales se estaban cercando a su capacidad máxima, preocupa a las autoridades, mientras el país sigue el camino de Italia en cuanto a la propagación de la pandemia.
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En total, España tiene 3.800 positivos de COVID-19, la enfermedad causada por el virus, con al menos 84 fallecidos.
El gobierno cerró museos y centros deportivos, envió a casa a cerca de 10 millones de estudiantes y ha pedido que, siempre que sea posible, se trabaje desde casa. Además, en las zonas de alto riesgo se limitaron los eventos públicos en un esfuerzo por contener el virus.
Pero la duda es si las medidas adoptadas son suficientes en vista de lo ocurrido en Italia, donde las autoridades han reconocido que el aumento de las restricciones no ha logrado frenar la propagación.
El vicepresidente de la comunidad de Madrid dijo el viernes que la región necesita urgentemente material médico pese al anuncio de un plan sin precedentes para reorganizar el sistema sanitario madrileño, que incluye integrar las unidades de cuidados intensivos de hospitales públicos y privados e incluso habilitar camas hospitalarias en hoteles. Al menos dos cadenas de hoteles se han ofrecido a colaborar.