Teherán – El saldo de muertes por el coronavirus en Irán aumentó por segundo día consecutivo, con 62 nuevos fallecimientos para ubicarse en 354, informaron autoridades el miércoles.
Irán ahora tiene unos 9.000 casos confirmados y el virus se ha propagado por todo el país, informó el Ministerio de la Salud.
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En el Medio Oriente, la gran mayoría de las 9.700 personas que han contraído el COVID-19 están en Irán o estuvieron allí. La República Islámica tiene uno de los saldos de fallecimientos más altos del mundo a excepción de China que es el epicentro de la enfermedad. En el Medio Oriente aparte de Irán, sólo Irak, Egipto y el Líbano han reportado muertes por el virus.
En Bahréin, el número de casos subió casi 70% a 189. Los 77 casos nuevos eran todos de bahreinís evacuados desde Irán.
Existen temores de que el número de casos real en Irán es mucho más alto al reportado por las autoridades que están en apuros tratando de evitar la propagación. El hecho de que la cifra de casos va aumentando todos los días en Irán parece indicar que la lucha contra la dolencia es cuesta arriba allí.
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En muchas personas, el nuevo coronavirus sólo provoca síntomas moderados, como fiebre y tos. En algunos, en particular adultos mayores y personas con problemas de salud ya existentes, puede causar enfermedades más graves, como neumonía.
La gran mayoría de las personas se recuperan del nuevo virus. Las personas con síntomas leves se recuperan en alrededor de dos semanas, mientras que quienes presentan un cuadro más grave podrían tardar de tres a seis semanas en recuperarse.
La Guardia Revolucionaria de Irán dijo que al menos cinco de sus miembros y una cantidad no especificada de voluntarios de la fuerza Basij padecen la enfermedad.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, dijo el martes que el país reconocerá a los médicos y enfermeras que murieron luchando contra el virus como “mártires”, igual que los soldados caídos en combate.
La decisión de Jamenei se dio a conocer en medio de una campaña de propaganda que trata de comparar la lucha contra el virus con la sangrienta y larga guerra con Irán de la década de 1980. El aumento diario del número de muertos sugiere que la lucha contra el virus está lejos de terminar.
El hecho de que la Guardia Revolucionaria está involucrada en la lucha contra la enfermedad no es algo que sorprende. Ese cuerpo, cuyas filas cuentan con más de 125.000 efectivos y 600.000 voluntarios adiestrados, suele responder inmediatamente cuando ocurren sismos en el país, así como en las recientes inundaciones.
Entretanto, Arabia Saudí ha prohibido los viajes a 14 países afectados por el virus. Hace unas semanas el reino suspendió los peregrinajes a La Meca y Medina, y eventualmente cortó los viajes a China y a Irán. Además prohibió todas las salidas y entradas a Qatif, la provincia en el este del país donde se han registrado la mayoría de los 21 casos de virus.
El Líbano reportó el miércoles su segundo fallecimiento por la enfermedad, tratándose de un hombre de 53 años de edad. El Ministerio de la Salud indicó que el 37% de los casos registrados en el país se originaron en otras naciones: Egipto, Irán, Suiza y el Reino Unido.
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