El Vaticano anunció el domingo que, en coordinación con las drásticas medidas del gobierno italiano destinadas a contener el coronavirus en Italia, el peor de Europa, cerrará sus museos, incluyendo la Capilla Sixtina, hasta el 3 de abril.
El techo de la capilla, con frescos de Miguel Ángel, es una de las mayores atracciones turísticas del mundo. La decisión de cerrar estos sitios temporalmente es un fuerte golpe al sector turístico de Italia.
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En una medida extraordinaria a fin de desalentar la formación de multitudes, el papa Francisco no compareció en su balcón como es costumbre de los domingos para dar el Ángelus y su acostumbrado sermón.
En lugar de ello, el pontífice apareció en video, en gigantes pantallas en la Plaza de San Pedro, leyendo sus comentarios y recitando plegarias en un podio cerca de un micrófono en la Biblioteca Apostólica.
Sonaron las campanas de la Basílica de San Pedro y el papa apareció brevemente en el balcón para saludar a los fieles en la plaza. Pero no ofreció comentario alguno desde allí.
