El Senado aprobó el jueves una partida de gastos por 8.300 millones de dólares para combatir el brote de coronavirus con la intención de tranquilizar el temor público y acelerar la respuesta del gobierno al virus, cuya rápida propagación amenaza con alterar la vida cotidiana en Estados Unidos y en todo el mundo.
El dinero financiaría un ataque multifacético contra un virus que se propaga cada vez más con cada día que pasa, generó de nueva cuenta una espiral en los mercados bursátiles el jueves, afectó el turismo y es una potencial amenaza a la expansión económica estadounidense de casi una década.
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La apabullante votación a favor por 96-1 envía el proyecto a la Casa Blanca para la firma del presidente Donald Trump. El senador Rand Paul, republicano por Kentucky, fue el único que votó en contra. La Cámara de Representantes aprobó el plan el miércoles con una votación de 415-2.
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La partida podría más que triplicar los 2.500 millones de dólares planteados hace 10 días por la Casa Blanca. La propuesta de Trump fue descartada de inmediato por legisladores de ambos partidos. En cambio, negociaron un incremento en la cifra, una muestra de cooperación bipartidista que pocas veces se ve en Washington.
“En situaciones como esta, creo que no se debe escatimar ningún gasto destinado a proteger al pueblo estadounidense, y en el diseño de este paquete nadie lo hizo”, indicó el presidente de la Comisión de Apropiaciones, el republicano por Alabama Richard Shelby. “Es un plan agresivo, un plan vigoroso que ha recibido una respuesta abrumadoramente positiva”.
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Trump seguramente firmará la iniciativa, que cuenta con un fuerte apoyo. El plan trata de proyectar confianza y calma al tiempo que aumenta la ansiedad sobre el impacto del virus, que ha cobrado 11 vidas en Estados Unidos.
“El pueblo estadounidense busca el liderazgo y desea garantías de que su gobierno es capaz de cumplir la tarea de proteger su salud y seguridad”, explicó el senador Patrick Leahy, demócrata por Vermont.
El impacto del brote sigue acumulándose. El gobierno británico suspendió las actividades del Parlamento por cinco meses con la esperanza de limitar la propagación del virus en Reino Unido.
La legislación otorgaría a las agencias federales de salud pública fondos para vacunas, análisis y potenciales tratamientos, incluyendo 300 millones de dólares para la entrega de tales medicamentos a quienes los requieran. Más de 2.000 millones de dólares serían destinados a ayuda para la preparación y respuesta de los gobiernos federal, estatales y municipales a la amenaza del nuevo coronavirus. Otros 1.300 millones de dólares adicionales serían usados para el combate del virus en el extranjero.
Otros fondos serían asignados a ayudar a los funcionarios locales a prepararse para una potencial situación de alerta ante el brote y subsidiar el tratamiento en centros comunitarios de salud. Las normas del Medicare serían atenuadas a fin de permitir consultas remotas de “telesalud” bajo las cuales personas enfermas podrían recibir atención sin necesidad de acudir al médico.