SAN DIEGO – El gobierno de Donald Trump anunció el martes que suspenderá las leyes federales de contratación para acelerar la construcción del muro en la frontera con México.
El Departamento de Seguridad Nacional dijo que la suspensión de las normas de adquisición de materiales permitirá acelerar la construcción de 283 kilómetros (177 millas) de muro en California, Arizona, Nuevo México y Texas.
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Las 10 leyes suspendidas incluyen los requisitos de permitir la competencia abierta, justificar las selecciones y recibir las garantías de un contratista antes de iniciar las obras.
El secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf, apela a una ley de 2005 que lo autoriza a suspender las leyes de construcción de barreras fronterizas. Los secretarios bajo la presidencia de Trump han decretado 15 suspensiones y el expresidente George W. Bush decretó cinco, pero ésta es la primera vez que se aplican a las normas de contratación. Todas las anteriores suspendieron normas de impacto ambiental.
El gobierno de Trump dijo que espera que las suspensiones permitirán construir 150 kilómetros (94 millas) de muro este año, con lo que se acercan a los 720 kilómetros (450 millas) prometidos por el presidente desde que asumió, una de sus principales prioridades en política interna.
“Bajo la conducción del presidente, estamos construyendo más muro, más rápidamente que nunca”, dijo el departamento en un comunicado.
Se estima que la medida suscitará críticas de que el gobierno abusa de su autoridades, pero las demandas legales han fracasado. En 2018, un juez federal de San Diego rechazó los argumentos de California y grupos ambientalistas de que los poderes del secretario deberían tener una fecha de vencimiento, Un tribunal de apelaciones ratificó el fallo el año pasado.
En 2005, el Congreso otorgó al secretario de Seguridad Nacional el poder de suspender las leyes en zonas de muchos cruces ilegales como parte de un paquete de leyes de gastos de emergencia para las guerras en Irak y Afganistán. El Senado lo aprobó por unanimidad, con apoyo de Joe Biden, Barack Obama y Hillary Clinton. La cámara baja lo aprobó con fuerte apoyo bipartidista, pero el entonces representante Bernie Sanders votó en contra.