A un mes de la emergencia provocada por los sismos de magnitud 5.8 y 6.4 que estremecieron el suroeste de la isla, la incertidumbre en torno a la seguridad de los planteles escolares sigue creciendo entre padres, madres y maestros ante una falta de transparencia por parte del Departamento de Educación (DE).
“Muchas de nosotras hemos decidido no llevar a nuestros hijos [a la escuela] aunque hayan sido mal catalogadas como aptas las escuelas porque no ha habido ningún tipo de transparencia en los procesos de conocer si son o no son seguras”, indicó Nicole Ramos, quien es madre de un niño en la escuela elemental Eleanor Roosevelt en Hato Rey.
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La madre sostuvo que solo les mostraron una certificación de la inspección, pero no les aclararon si el plantel es sismo-resistente. Agregó que la administración escolar no les ha dado certeza de que realizarán una inspección estructural que detalle si la estructura realmente está apta. Planteó además que la administración escolar les ha amenazado con referirlos al Departamento de la Familia por la ausencia de los niños a las escuelas. Ramos, sin embargo, comentó que los niños tienen derecho a asistir a un ambiente escolar seguro, que incluye la seguridad de la estructura y la salud mental de los estudiantes.
Por su parte, similar situación ocurre en el plantel Pedro Fernández en Naranjito, según la madre Adneri Rivera. Mencionó que la certificación de la escuela no contiene señalamiento alguno que apunte al estado o las condiciones de la estructura pese a que pudieron apreciar grietas en varios lugares del plantel.
“Cuando visitamos el plan y nos entregaron la copia, la certificación estaba en blanco solo estaba marcada el cuadrito que decía apta y no había ningún señalamiento con relación a lo que pasaba en la escuela”, señaló durante una conferencia de prensa en las instalaciones de la Federación de Maestros de Puerto Rico (FMPR). Rivera expuso que un grupo de padres y madres encontraron grietas en los suelos del plantel y en las columnas cortas. Rivera también mencionó que los estudiantes de la escuela Emilio Delgado en Corozal fueron enviados a las escuelas Manuel Bou Gali y la Escuela Agrícola. Este último, según la madre y también maestra, fue certificado en la inspección como vulnerable a sismos y con columna corta.
La madre Mariangely Serrano dijo que la escuela Jesús Sánchez Erazo en Bayamón también fue calificada como apta para reanudar operaciones, pero denunció que no existe un plan de mitigación ni con un plan de desalojo efectivo. Cuestionó además que el plantel no ha reparado un puente que conecta los dos edificios del plantel no se puede utilizar.
Incluso, hoy el DE anunció una quinta ronda de reapertura de planteles escolares tras los sismos, que al momento totaliza unas 627 escuelas abiertas de 856 alrededor de la isla.
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Por su parte, Mercedes Martínez, presidenta de la FMPR cuestionó que el DE no ha publicado la lista de cerca de 500 planteles escolares que fueron reforzados hace 20 años y que son estructuras sismo-resistente. “Si hay 500 escuelas que son sismo-resistentes que se conoce que lo son porque tienen la columna corta reforzada por qué el Departamento al día de hoy insiste en mandar a nuestros hijos a escuelas que no son seguras”, objetó la líder magisterial.
Reacciona el Departamento de Educación
Por su parte, el DE defendió hoy el proceso de inspección de escuelas que ha realizado a raíz de la emergencia provocada por los sismos de enero en el sudoeste de la isla.
“Las inspecciones de las escuelas públicas se han hecho a través de trabajos de ingenieros profesionales contratados por el DE, AFI y AEP. La prioridad de los trabajos de estos profesionales era identificar daños relacionados o asociados a los temblores que han ocurrido en la isla desde finales de diciembre. Ha sido un proceso que ha tenido como prioridad la seguridad de los niños y maestros”, señaló mediante declaraciones escritas el portavoz de prensa del DE, Aniel Bigio.
Aseguró además que han identificado los daños en estas estructuras y comenzará a hacer las reparaciones.
“Ya se comenzarán los trabajos en cerca de 150 escuelas y algunas de las que han sido definidas como aptas parcialmente; asimismo, comenzarán a hacerse las reparaciones y, para ello, se delimitarán las secciones que puedan representar peligro. Los trabajos se harán en horarios especiales que no afecten el tiempo lectivo de los estudiantes”, añadió.