Incendios forestales ardían sin control el sábado cerca de la capital de Australia, Canberra, y en el vecino estado de Nueva Gales del Sur, y las autoridades advirtieron a los residentes en peligro que se preparasen para evacuar la zona.
La región de la capital australiana declaró el estado de emergencia el viernes por un fuego que el sábado cubría 35.800 hectáreas (88.500 acres) de bosque y tierras de cultivo al sur de Canberra, dijo la comisionada de la Agencia de Servicios de Emergencia del Territorio de la Capital Australiana, Georgeina Whelan.
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El viento provocó nuevos focos al arrastrar brasas a hasta 10 kilómetros (6 millas) de distancia del frente, y algunos de esos incendios podrían llegan a fusionarse con el principal, agregó.
Las llamas amenazaban los suburbios del sur de Canberra y Tharwa, una localidad próxima que el sábado en la mañana quedó aislada por cortes de carreteras.
“El incendio podría suponer una amenaza para las vidas que estén directamente en su camino”, dijo Whelan a reporteros en Canberra. “Manejar es extremadamente peligroso y potencialmente letal”.
El incendio fue degradado del nivel de emergencia al segundo nivel de una escala de peligro de tres el sábado por el descenso de las temperaturas y de la fuerza del viento. Pero varios incendios seguían activos con el máximo nivel de peligrosidad en el sureste de Nueva Gales del Sur.
Las llamas destrozaron cobertizos y establos, aunque no alcanzaron viviendas, en esa zona, señaló el jefe de los bomberos rurales del estado.
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Se trata de la primera emergencia por incendio en el área del Territorio de la Capital Australiana desde 2003, cuando el fuego se cobró la vida de cuatro personas y consumió casi 500 hogares en un solo día.
Incendios sin precedentes en el sur de Australia causaron al menos 33 muertes desde septiembre, destruyeron más de 3.000 viviendas y arrasaron más de 10,6 millones de hectáreas (26,2 millones de acres).
