El candidato presidencial republicano en los comicios de 2012 tiene un año de experiencia como senador por Utah. Es parte del jurado en el juicio político a un presidente al que ha calificado de no apto para el cargo. Y desafía al mandatario Donald Trump al exigir la presencia de un testigo en particular, el exasesor de seguridad nacional John Bolton, mientras el Senado sopesa las acusaciones de juicio político en contra del 45to presidente de Estados Unidos.
El juicio le otorga a Romney la oportunidad de ejercer su influencia en el Senado como una voz republicana independiente, o convertirse en uno de los republicanos que defiende al presidente en los momentos de apremio. Por ahora, el senador ha dejado claro que quiere más que sólo un manuscrito del libro de Bolton, que asegura que Trump vinculó directamente la entrega de ayuda militar a Ucrania con la disposición del país europeo para investigar a demócratas.
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“Preferiría escucharlo del señor Bolton”, dijo Romney, de 72 años, a los reporteros el martes.
Aún podría tener la oportunidad. La noche del martes, el líder de la mayoría en el Senado Mitch McConnell dijo a los republicanos en un encuentro a puerta cerrada que no contaba con los 51 votos suficientes para impedir que el Senado llame a testigos. Una moción para citar testigos sería aprobada en caso de que Romney y al menos otros tres republicanos votaran junto con los demócratas.
Aún no está claro si Bolton o cualquier otro funcionario terminará testificando en el Senado, o si Romney opta por votar con los republicanos para absolver a Trump. En este momento, Romney está enfocado en los testigos, no en el partido, dijo Jason Perry, director del Instituto de Política Hinckley de la Universidad de Utah.
“No creo que piense que está rompiendo filas con el partido”, declaró Perry. “Pienso que él cree que está ayudando al partido, porque cree que está cumpliendo con su deber constitucional de ser un jurado imparcial.
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El número de votos es uno de los factores que convierte el juicio político en una gran oportunidad para Romney de incrementar su estatus como una inusual voz independiente en el Partido Republicano dominado por Trump. Otro factor es el hecho de que Romney es uno de los republicanos que está más a salvo de un presidente reconocido por tomar venganza. Su próxima reelección sería dentro de casi cinco años.