KABUL — Un ataque de dron realizado este mes por las fuerzas estadounidenses en el oeste de Afganistán, que al parecer iba dirigido contra una escisión talibán, mató también al menos a 10 civiles, incluidas tres mujeres y tres niños, según dijeron el miércoles un concejal y un responsable afgano de derechos humanos.
El ataque ocurrió en la provincia occidental de Herat, en el distrito de Shindanad, señaló el funcionario de la Comisión Afgana de Derechos Humanos. También resultaron heridos otros cinco civiles, incluidos dos menores, señaló, hablando bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar con la prensa.
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En un primer momento no había comentarios del Ejército afgano ni las fuerzas estadounidenses. Pero Wakil Ahmad Karokhi, miembro de un consejo provincial en Herat, señaló que el ataque del 8 de enero también mató a un comandante de una escisión talibán conocida como Mullah Nangyalia, así como a otros 15 milicianos.
El funeral del comandante se celebró al día siguiente en la capital provincial de Herat, en el barrio de Guzargah, con asistencia de docenas de milicianos.
Karokhi criticó el ataque como un “enorme error”, señalando que el comandante había sido un enlace útil contra el Talibán en el distrito de Shindand, que alzó las armas junto a sus combatientes contra los insurgentes “cuando nadie más lo hacía” y dejaba en paz a los civiles de la zona.
El Talibán controla casi la mitad de Afganistán y sigue realizando ataques casi diarios contra fuerzas afganas y estadounidenses, incluso mientras celebra conversaciones de paz con Washington. El grupo ha entregado a Estados Unidos un documento detallando su oferta de cese el fuego en Afganistán.
Decenas de civiles afganos han muerto en el fuego cruzado y en bombas camineras colocadas por milicianos, así como en operaciones contra el Talibán emprendidas por fuerzas del gobierno con asistencia de tropas estadounidenses.