La amenazante actividad sísmica es un elemento clave para medir cómo se impactará la economía de Puerto Rico a raíz de la emergencia que se experimenta en el sur tras los terremotos reportados.
Según el presidente de la Asociación de Economistas, Heriberto Martínez Otero, aún es prematuro para estimar una cifra de cuánto podría ser ese impacto económico, pues aún hay mucha incertidumbre
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“No es el momento de estimados todavía porque es una discontinuidad. Aún hay gente del sur moviéndose del área afectada, gente yéndose de Puerto Rico y cambios por la distribución de ayudas”, explicó el experto en economía.
Aclaró que, por el momento, “no puede decirse que va a representar tantos miles de millones de dólares”.
En caso de que se detenga la actividad sísmica, con los daños reportados hasta ahora es posible que la recuperación sea sencilla.
No obstante, en caso de que “el fenómeno de los temblores se prolongue por meses, sumado a la fragilidad del sistema eléctrico, son situaciones que generan incertidumbre en los factores económicos, tanto en empresas como hogares”.
“Si tienes eventos que no son normales en la psiquis colectiva puertorriqueña, interrumpen cualquier posibilidad de mantener normal la economía”, expuso.
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Martínez Otero sostuvo que el impacto inmediato se sentirá en la migración, ya que “el problema que tenemos es que Puerto Rico sigue perdiendo gente por la migración y eso afecta que no tengamos la fuerza laboral suficiente”.
De otro lado, con los sismos se ha experimentado un cierto beneficio en los comercios del norte con las compras para llevar suministros al sur.
“Puede haber empresas que se están beneficiando en el micro, pero la realidad en el macro, hay perdida de población, destrucción de infraestructura y tendido eléctrico e incertidumbre por saber lo que va a pasar”, añadió el presidente de la Asociación de Economistas.
Puerto Rico está experimentando temblores desde el 28 de diciembre. Los mayores registrados han sido el 7 de enero cuando se reportó un terremoto de 6.4 grados y el sábado se registró la réplica más alta que alcanzó 5.9 grados de magnitud.