A pesar de los reclamos para que las personas refugiadas en municipios del sur sean reubicadas a municipios alejados de los lugares donde se ha registrado la mayor parte de actividad sísmica, la gobernadora Wanda Vázquez rechazó que esa posibilidad esté bajo consideración.
Según la mandataria, a partir de conversaciones con los alcaldes de los municipios más afectados por los terremotos en las pasadas dos semanas, el sentir es que las personas que se encuentran refugiadas tanto en espacios habilitados por el gobierno como en campamentos informales, no están dispuestas a trasladarse lejos de sus hogares.
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Los refugiados “quieren estar allí. Vamos a trabajar con los alcaldes para asegurarnos que tengan los suministros” que necesitan, afirmó Vázquez en conferencia de prensa tras sostener una reunión con los ejecutivos municipales de Guánica, Guayanilla, Yauco, Peñuelas, Ponce y Utuado.
Vázquez aprovechó para fustigar a las personas que han impulsado la reubicación de refugiados, argumentando que no tienen conocimiento de la situación.
Vázquez indicó que los “campamentos de casetas” que organiza la Guardia Nacional todavía no están listos, y no precisó cuándo estarían disponibles.
Como parte de la respuesta a la emergencia, Vázquez precisó que cada uno de estos seis municipios trabajarían directamente con un jefe de agencia, quien sería el enlace directo entre la primera ejecutiva y los alcaldes.
Asimismo, Vázquez anunció que hoy estos ayuntamientos recibirían un desembolso de $2 millones para enfrentar los daños a consecuencia de los movimientos telúricos.
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Pese a que en pasados días la gobernadora había afirmado que antes de solicitar a las autoridades federales una declaración de desastre mayor -como hizo ayer- debía alcanzarse un estimado de daños, hoy indicó que eso es un proceso que el gobierno y los municipios todavía no han completado.
Vázquez sí indicó que un estimado preliminar apunta a daños que superan los $110 millones.