La gobernadora Wanda Vázquez Garced solicitará este domingo al presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, que declare a Puerto Rico zona de desastre mayor, luego de culminar las evaluaciones de daños preliminares como consecuencia de los terremotos de esta semana.
“Esas evaluaciones comenzaron ayer (9 de enero), y se continuó hoy. Mañana se termina, se evalúa, [para que] el domingo se pueda hacer la declaración de zona de desastre mayor”, confirmó a Metro el secretario del Departamento de Estado, Elmer Román.
De declararse a la Isla como zona de desastre mayor, Puerto Rico tendría acceso a fondos federales para asistencias adicionales, individuales y públicas, y así agilizar el proceso de recuperación por la destrucción de viviendas, edificios y derrumbes en las vías públicas.
El martes, Trump firmó la Declaración de Emergencia para Asistencia Federal Directa para Puerto Rico, que autoriza a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) a asistir en las medidas de protección de emergencia (categoría B), bajo el programa de Asistencia Pública. Estas medidas proveen asistencia a necesidades básicas como agua, catres y comida, y cubre en un 75% los gastos con fondos federales a los 78 municipios.
Tras esta declaración, el Gobierno creó 25 equipos de trabajo para realizar las evaluaciones de daños preliminares a raíz de los terremotos que comenzaron a sentirse en el sur de Puerto Rico desde el 28 de diciembre, indicó el secretario de Estado.
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“Por pueblo, por vecindario, determinan cuántas casas cayeron y la magnitud del daño, para justificar la petición de la gobernadora”, aseguró.
El 25% que le toca pagar al Gobierno será desembolsado de la Reserva del Fondo de Emergencia correspondientes a los años fiscales 2019 y 2020, informó Román.
La Junta de Control Fiscal autorizó al Gobierno de disponer de $260 millones en fondos acumulados hasta el 31 de enero, sin previa autorización del ente fiscal. Este dinero únicamente se podrá utilizar para cubrir los gastos de emergencia relacionados con los terremotos.
El secretario de Estado indicó que “la intención no es utilizar los fondos [que liberó la JCF] completamente, de primer instante, porque se trabaja a manera de reembolso. En este caso, se costean los gastos de generadores, comida, agua, y todas las necesidades esenciales que no cubre el Gobierno federal”.