TEHERÁN – El primer ministro británico Boris Johnson condenó lo que llamó los “imprudentes y peligrosos” ataques de Irán contra bases en Irak utilizadas por tropas estadounidenses e hizo un llamado a una “urgente disminución” de tensiones entre Teherán y Washington.
Johnson también dijo que Qassem Soleimani, el comandante de la Guardia Revolucionaria iraní que murió la semana pasada en un ataque estadounidense, “tenía la sangre de las tropas británicas en sus manos”.
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El principal partido opositor británico Laborista ha insinuado que Estados Unidos pudo haber violado la ley internacional al matar a Soleimani.
Johnson dijo el miércoles a legisladores que “no le corresponde al Reino Unido determinar el tema estricto de la legalidad ya que no es nuestra operación. Pero creo que las personas más razonables aceptarán que Estados Unidos tiene el derecho de proteger a sus bases y su personal”.