A tenor con las directrices del Departamento de la Defensa de los Estados Unidos la Guardia Nacional de Puerto Rico abrió las especialidades de combate a las féminas permitiéndoles así una mayor participación y posibilidades de desarrollo profesional.
La contribución de la mujer en el Ejército de Estados Unidos ha sido sumamente importante, sobre todo durante los pasados 16 años en los que la Nación ha estado sumida en grandes desafíos alrededor del mundo. La negativa tradicional de su participación en las ramas de combate ya son cosas del pasado dentro de la política del Departamento de la Defensa, ya que a partir del 2016 se aprobó su reclutamiento en todas las ramas y especialidades militares sin distinción.
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La sargento Amy González Acosta, cuenta con 8 años en la Guardia Nacional de Puerto Rico, como 12C2O (Especialista en montaje de puentes) y es una de las primera mujeres que decide aceptar la oportunidad de transicionar de su especialidad militar actual, hacia la rama de la infantería, un reto que en adición a la demanda física y presencia mental necesaria para pasar el curso representa la posibilidad real de enfrentar al adversario cara-a-cara en combate.
“Ha sido un gran reto, pero soy una persona que se propone metas y las cumple. La fortaleza física es importante, pero la fortaleza mental es mucho más”, expresó en comunicación escrita la joven quien es madre de un pequeño añadiendo que el apoyo recibido de sus compañeros de curso fue muy positivo.
La presencia de las mujeres en las fuerzas armadas estadounidenses ha sido un factor positivo que data desde la Guerra de Independencia de 1776. En el 2016 se implementó la directriz del Departamento de la Defensa de abrir las ramas militares de combate a las mujeres.
Por su parte, la especialista Evelyn J. Cameron Tapia, quien pertenece a la Compañía 296 de Infantería en Mayagüez, expresó sentirse muy satisfecha con su trabajo y está lista para las nuevas oportunidades que se le presenten.
“Siento muchas emociones a la vez. En un momento pensé que no lo lograría. Estoy feliz y orgullosa de poder representar a las mujeres en este campo militar. Estoy satisfecha de haber dado el máximo y lograr mi meta. Ahora me toca expandir las destrezas adquiridas en misiones y en otros adiestramientos relacionados a la infantería. Es algo que me gusta y estoy lista a nuevas oportunidades”, dijo.
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Se estima que las mujeres forman el 14 por ciento del Ejército Regular, el 23 por ciento de la Reserva y el 16 por ciento de la Guardia Nacional.
La Guardia Nacional de Puerto Rico (rama terrestre) está constituida por cerca de 5,760 miembros, de los cuales 767 son mujeres. Este personal ha ocupado todas las posiciones de liderazgo en la organización hasta la posición de Ayudante General de Puerto Rico.
“Cabe destacar, que, en la Guardia Nacional, y el sistema militar, las mujeres y los hombres son tratados iguales, recibiendo igual salario por el mismo trabajo y teniendo las mismas oportunidades de progreso profesional”, indicó Reyes.
“Hemos sido los pioneros en la inclusión y en el ofrecimiento de oportunidades profesionales reales. Eso es lo que hace atractivo a la Guardia Nacional, la oportunidad de crecer, desarrollarte, optar por avanzar en la vida y sobre todo servir con distinción, orgullo y compromiso al pueblo”, concluyó.