Las autoridades estadounidenses prohibirán la mayoría de cigarrillos de vapeo saborizados que se han vuelto populares entre los adolescentes, pero con importantes excepciones que favorecen a los fabricantes, vendedores y adultos aficionados a los dispositivos.
El gobierno del presidente Donald Trump anunció el jueves que prohibirá los cartuchos pequeños de sabores de fruta, caramelo, menta y postre para los cigarrillos electrónicos. Seguirá permitidos los de sabor menta y tabaco.
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La prohibición también eximirá a los cigarrillos electrónicos que sean más grandes y utilizan tanques, que están disponibles en tiendas especializadas y más orientados a la población adulta.
En conjunto, las dos exenciones representan un significativo retroceso respecto de la promesa inicial de Trump, hecha hace cuatro meses, de prohibir todos los sabores incluyendo el mentol. La nueva estrategia mantiene intacta una enorme porción del mercado multimillonario del vapeo. Y además muy probablemente complazca tanto al principal fabricante, Juul Labs, como a los miles de propietarios de pequeños negocios que venden los dispositivos con tanques, que permiten a los usuarios mezclar sabores.
Los cigarrillos electrónicos son dispositivos con baterías que generan calor hasta que una solución a base de nicotina se convierte en un vapor inhalable. Han sido promovidos para los adultos como una versión más saludable del cigarrillo regular, pero se han realizado escasos estudios sobre si de verdad ayudan a la gente a dejar de fumar.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha tenido problemas durante años para elaborar normas sobre el vapeo. Bajo las leyes actuales, todos los cigarrillos electrónicos deben ser sometidos a pruebas a partir de mayo. Sólo los que resulten ser beneficiosos para la salud pública podrán seguir vendiéndose.
“Tenemos que proteger a las familias, pero al mismo tiempo, es una industria enorme y tenemos que proteger a la industria”, declaró Trump el pasado martes.
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La prohibición se aplicará a cigarrillos electrónicos con cartuchos de nicotina, disponibles mayormente en estaciones gasolineras y negocios de enseres básicos. Juul es el principal vendedor en ese mercado y anteriormente había sacado del mercado todos sus sabores a excepción del mentol y el tabaco, bajo intensa presión política. Otras empresas más pequeñas siguen vendiendo sabores dulces y de frutas.