Jorge Rodríguez Santos fue condenado el lunes, a dos términos consecutivos de cadena perpetua por haber cometido un robo de auto que resultó en el secuestro con resultado de muerte, y el uso de un arma de fuego durante un crimen de violencia, anunció el fiscal federal Stephen Muldrow.
“Este fue un asesinato sin sentido. El acusado planificado y llevado a cabo el robo de auto de una víctima indefensa que resultó en su asesinato”, dijo el fiscal federal Muldrow en comunicación escrita.
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“Vamos a continuar nuestros esfuerzos para mantener los delincuentes violentos responsables con todo el peso de la ley”, añadió.
“Estamos orgullosos de ser parte de este resultado. Aunque nada puede traer la parte posterior víctima, esto es una victoria para la justicia. Hay un penal menos violenta en las calles de Puerto Rico, gracias al buen trabajo realizado por los agentes que investigan y está a cargo de la persecución “, dijo el director del FBI en Puerto Rico, Douglas Leff,.
El 10 de mayo de 2019, Rodríguez-Santos fue encontrado culpable de todos los cargos tras un juicio con jurado. Tribunal de Distrito de Estados Unidos juez Francisco Augusto Besosa presidió el juicio. El FBI estaba a cargo de la investigación.
Para el 26 de abril, 2018, un gran jurado federal emitió una acusación de tres cargos contra Jorge Rodríguez-Santos, también conocido como “Macho”. En mayo de 2019, durante el juicio, el Gobierno presentó pruebas de que el 10 de octubre de 2015, en Ponce, Puerto Rico, Rodríguez-Santos, ayudar e instigar a otros, mientras que lleva un arma de fuego, robó, secuestrada y asesinada María L. Mayol-Rivera en violación del Título 18, Código de Estados Unidos, Secciones 2, 924 (j) ( 1), 1201 (a) (1), y 2119 (3).
El acusado, junto con otros individuos sin carga, secuestrado Mayol-Rivera y utilizando el vehículo que conducía, un blanco Mitsubishi Lancer, la llevó a una zona aislada. Allí, se dispararon y mataron a Mayol-Rivera. A continuación, quemaron su cuerpo y el Lancer.
El caso fue procesado por los fiscales federales adjuntos Jenifer Y. Hernández-Vega y Jonathan L. Gottfried.
