Un avión de la Fuerza Aérea chilena perdió contacto radial el lunes mientras se dirigía a la base aérea del país en la Antártida con 38 personas a bordo, informó la institución, que poco después lo dio como siniestrado.
“La Fuerza Aérea de Chile informa que el avión C130 Hércules, transcurridas más de siete horas desde que se perdiera el contacto radial, ha sido declarado como siniestrado”, señaló en un comunicado pasadas las 01:00 de la madrugada.
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La declaración se deriva de que, pasadas las 0:40, al avión se le acababa técnicamente la carga de combustible para seguir volando.
La aeronave, en la que viajaban 17 tripulantes y 21 pasajeros, y que cumplía tareas de apoyo logístico, perdió contacto a las 18:13 en ruta a la base Presidente Eduardo Frei, según la Fuerza Aérea.
El avión había partido a las 16:53 horas de la ciudad de Punta Arenas, más de 3.000 kilómetros al sur de Santiago.
La Fuerza Aérea declaró el estado de alerta y movilizó “un equipo multidisciplinario de búsqueda y salvamento” desde Santiago y la región sureña de Magallanes.
“Consternados con desaparición de avión Hércules de la @FACh_Chile que viajaba con 38 pasajeros rumbo a la Antártica”, afirmó en Twitter el presidente, Sebastián Piñera, quien señaló que está siguiendo de cerca la búsqueda y despliegue de equipos de rescate junto al ministro del Interior, Gonzalo Blumel, y el de Defensa, Alberto Espina. Los tres se desplazaron en la noche a la sede de la Fuerza Aérea en Santiago.
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El avión desapareció a la mitad del trayecto al continente helado, del que tenía planeado regresar durante la noche del lunes, señaló el general Eduardo Mosqueira, de la Cuarta Brigada Aérea, en declaraciones a medios locales. Todo el equipo de rescate se encuentra en marcha y un buque ya está en el sector, añadió.
No se activaron los sistemas satelitales de emergencia ni se detectó nada en los radares, señaló el general. Se consultó con bases argentinas, que tampoco pudieron ofrecer más información.
La Fuerza Aérea “continúa las labores de búsqueda en el sector donde se perdió la comunicación con la aeronave, a fin de rescatar a posibles sobrevivientes” junto a todos los medios aéreos y marítimos y extranjeros disponibles, explicó la institución en su último comunicado.
El pasaje de Drake, por dónde el avión debía haber reportado su paso, conecta los océanos de Atlántico y Pacífico en el punto más al sur de Sudamérica y la Península Antártica. Allí se dan algunas de las peores condiciones climáticas del mundo, y es conocido por sus gélidas temperaturas y fuertes tormentas. Sin embargo, las autoridades chilenas informaron de que las condiciones climáticas eran buenas cuando el vuelo partió, de lo contrario no se hubiera llevado adelante la operación.
Tres de los 38 ocupantes del avión eran civiles: un joven de 24 años que iba para una investigación y dos trabajadores de una empresa.
El piloto tenía amplia experiencia y la aeronave se encontraba en buenas condiciones técnicas, según las autoridades. El personal a bordo cumplía tareas de revisión del oleoducto flotante de abastecimiento de combustible y de aplicación de tratamientos anticorrosivos en la base chilena.