GINEBRA (AP) — La Organización Mundial de la Salud reportó el viernes “una novedad muy peligrosa y alarmante” en la campaña para combatir el brote de ébola en el este de la República Democrática del Congo, y advirtió que la reaparición de la violencia podría reactivar la epidemia.
Aunque la semana pasada se reportaron sólo siete nuevos casos, hubo casi el doble de “incidentes de seguridad”, lo que amenaza las labores dirigidas a poner fin al segundo peor brote de ébola en la historia, explicó a reporteros el doctor Mike Ryan, que dirige la respuesta de la agencia de salud de la ONU a esta enfermedad.
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Se han confirmado más de 3.100 casos durante este brote, incluyendo más de 2.100 fallecimientos.
Las autoridades lograron avances en los últimos meses, pero “si la seguridad se deteriora en la región, podríamos adentrarnos en una situación muy mala”, agregó.
En la región hay múltiples grupos rebeldes activos. Más de 40 civiles han sido asesinados en las últimas dos semanas, señaló.
Según Ryan, la OMS está al tanto de todas las cadenas de transmisión del ébola en este brote a excepción de una: la de un motociclista que acudió a tres centros de salud antes de que se le dijera que posiblemente padecía esta enfermedad. Murió en la comunidad y se cree que unas 360 personas tuvieron contacto con él cuando estaba en una etapa muy contagiosa, de las cuales sólo se ha dado seguimiento a una tercera parte aproximadamente.
“En esta etapa del brote, cada caso importa”, señaló Ryan, y agregó que un solo caso preocupante puede desatar nuevos contagios. “Esto significa que el virus nos volverá a sacar ventaja”.
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Desde que se declaró que había un brote de ébola en agosto de 2018, la respuesta ha sido obstaculizada repetidas veces por ataques contra los trabajadores de salud y contra las clínicas de atención al virus. Se cree que algunos de los ataques tenían móviles financieros, ya que se han donado millones de dólares para detener la enfermedad.
Cuando se han tenido que suspender las labores contra el ébola en áreas como Beni y Butembo debido a la violencia, los contagios se han incrementado, señaló Ryan.
Con frecuencia los equipos de respuesta han sido escoltados por policías, y las clínicas contra el ébola han empleado a guardias privados, agregó, explicando que en un ambiente inseguro hay que hacer “elecciones difíciles”.
Otras organizaciones de ayuda humanitaria han advertido que vincular escoltas armados a los trabajadores de salud podría empeorar las relaciones con una comunidad recelosa donde nunca se había reportado un brote de ébola.