El presidente Donald Trump dijo el martes que se sometió a un “examen físico muy de rutina” cuando visitó el Centro Médico Nacional Militar Walter Reed el fin de semana.
El presidente se quejó de que la primera dama Melania Trump y algunos de sus asistentes expresaron preocupación sobre su salud debido a los reportes de prensa sobre su visita el sábado al hospital. Dijo que es la prensa la que está “enferma”.
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La visita de Trump al hospital el fin de semana no estaba en su calendario público, por lo que creó interrogantes sobre su salud en parte porque no siguió los protocolos usados por la Casa Blanca para exámenes físicos previos, incluyendo avisos públicos adelantados.
Trump mencionó la visita al hospital el martes durante una reunión del gabinete en la Casa Blanca. Se quejó de que cuando regresó del Walter Reed, la primera dama le preguntó: “Querido, ¿estás bien? ¿Qué pasó?” ya que los reportes falsos sobre su salud la preocuparon.
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La Casa Blanca dio a conocer el lunes por la noche una declaración del médico personal del presidente, el comandante de la Armada Sean Conley, quien dijo que la visita del sábado fue para “un examen preliminar rutinario planeado”. Dijo que debido a incertidumbres con el calendario, el viaje no fue dado a conocer.
“Pese a ciertas conjeturas, el presidente no ha tenido dolores en el pecho ni fue evaluado ni tratado por problemas urgentes ni agudos”, escribió Conley.
Conley añadió que Trump consintió que se revelase su nivel de colesterol, ahora 165, luego de haber marcado 196 previamente. Un total por debajo de 170 es considerado bueno.
Por último, el médico dio a conocer que el año próximo se realizará un examen más exhaustivo y que el informe completo sobre el examen del sábado será incorporado al reporte del año próximo.