A pesar de todo lo que se habla sobre Ucrania en el proceso de juicio político al presidente Donald Trump en la Cámara de Representantes, hay un personaje fuera del escenario con un papel dominante en esta historia de intriga internacional: Rusia.
Como ha sido a menudo el caso desde que Trump asumió el cargo, Moscú aporta la música ambiental para el drama político que se desarrolla.
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“Con usted señor presidente, todos los caminos conducen a Putin”, declaró la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, la semana pasada, y no por primera vez.
La investigación de juicio político se centra en las acusaciones de que Trump intentó presionar al líder de Ucrania para que las autoridades ucranianas investigaran al rival político de Trump, Joe Biden, deteniendo la ayuda militar estadounidense a la nación de Europa del Este como palanca.
En su testimonio ante legisladores la semana pasada, la diplomática de carrera Marie Yovanovitch sugirió que las acciones del presidente beneficiaron a Vladimir Putin, cuyo gobierno ha respaldado a los separatistas en una guerra de cinco años en el este de Ucrania.
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Yovanovitch, veterana del Departamento de Estado desde hace 33 años y conocida por luchar contra la corrupción en Ucrania y en otros lugares, fue destituida de su cargo como embajadora en ese país después de que Trump y sus aliados comenzaron a atacarla y afirmaron que estaba hablando mal del presidente.
Su expulsión, argumentaron ella y varios legisladores demócratas, al final benefició a Putin.
Después de dos días de audiencias públicas con testigos y la publicación de miles de páginas de transcripciones de personas que se han reunido con investigadores a puerta cerrada, los legisladores demócratas y republicanos parecen estar más atrincherados en sus rincones partidistas sobre si el presidente abusó de sus poderes.
En una llamada telefónica en julio, Trump le pidió al presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy hacerle un “favor” e investigar los negocios de Biden y su hijo Hunter en Ucrania. Al mismo tiempo, Kiev estaba esperando casi 400 millones de dólares en ayuda militar estadounidense.
Si bien los demócratas dicen que la solicitud de investigar a los Bidens representaba un quid pro quo, Trump insiste en que tenía derecho a pedirle al país que investigara la corrupción. Los demócratas, tratando de hacer que sus acusaciones sean más comprensibles, ahora han decidido enmarcar las acciones del presidente como una cuestión de soborno.
Hunter Biden formó parte de la junta de una compañía de gas ucraniana al mismo tiempo que su padre dirigía los tratos diplomáticos del gobierno del entonces presidente Barack Obama con Kiev. Aunque el momento generó preocupación entre los defensores de la lucha contra la corrupción, no ha habido evidencia de irregularidades por parte del ex vicepresidente o de su hijo.