El expresidente boliviano, Evo Morales, llegó este martes al Aeropuerto Internacional Benito Juárez, de la Ciudad de México, después de aceptar la oferta de asilo político que le hicieron autoridades mexicanas.
Esto, después de que el domingo Morales renunciara a su cargo como jefe de Estado de Bolivia.
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Morales llegó a bordo de un avión de la Fuerza Aérea de México, que lo trasladó desde Bolivia, en un periplo lleno de escalas y cambios de último momento que afectaron el plan de vuelo previsto inicialmente.
A su llegada, Morales y su comitiva, la cual también incluía al exvicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, fue recibido por autoridades mexicanas, encabezadas por el canciller Marcelo Ebrard.
“Quiero darle una cordial bienvenida a Evo Morales y a su comitiva (…) es para nosotros un día de alegría“, dijo Ebrard en una breve comparecencia ante los medios, luego del arribo del exmandatario.
El canciller también afirmó que, en México, Morales “gozará de libertad“.
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Por su parte, el líder indígena se dijo agradecido con el gobierno mexicano por el ofrecimiento de asilo, asegurando incluso que el presidente Andrés Manuel López Obrador le salvó la vida.
“Para que no haya más derramamiento de sangre; más enfrentamientos, hemos decidido renunciar (…) estamos muy agradecidos porque el presidente (López Obrador) nos salvó la vida“, dijo Morales.
En un mensaje grabado minutos antes de aterrizar, Morales reveló además que el pasado sábado a un miembro de su equipo de seguridad se le solicitó que entregara al exmandatario a cambio de 50 mil dólares.
Aumenta la tensión en Bolivia
Paralelamente, La Paz cumplía una semana paralizada por vigilias, bloqueos de calles y el cierre de oficinas públicas y comercios, mientras sus habitantes se organizaban ante el temor de un incremento de la violencia por la salida de Morales.
Grupos violentos, supuestamente ligados al partido del exmandatario, saquearon y quemaron comisarías policiales la noche del lunes, en represalia porque los uniformados se amotinaron para no reprimir a los manifestantes opositores.
En tanto, campesinos mantenían bloqueadas las rutas de ingreso a la ciudad, sede del poder político de Bolivia, y no permiten el paso de ningún vehículo.
Después del mediodía, dos aviones de combate comenzaron a sobrevolar repetidamente la ciudad a muy baja altura, generando mayor ansiedad entre la población. Estos vuelos comenzaron el lunes al anochecer, señaló la AFP.