Una de las vistas más impresionantes de Puerto Rico se observa desde la gigantesca cavidad de Cueva Ventana en Arecibo, estampa que se ha convertido en una maravilla viral en las redes sociales.
Más de cien mil visitantes anualmente llegan a la Villa del Capitán Correa para disfrutar de la expedición de aventura en Cueva Ventana, y quedan maravillados con el fascinante paisaje del valle del Río Grande de Arecibo.
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Pero esta maravilla natural no es solo un bonito recuerdo para compartir en el ciberespacio, también posee una relevancia cultural e importancia para la preservación de especies en peligro de extinción.
Durante los recorridos, las personas descubren la flora y la fauna que allí converge, como por ejemplo los murciélagos frutero, jamaiquino y el murciélago pescador, el más grande de Puerto Rico.
“Aquí observo comportamientos que nunca había visto en mi carrera como biólogo y que estamos aprovechando para una mejor educación al público que nos visita. Hemos identificado especies que creíamos que no llegaban y sí llegan. Hay muchísimo por conocer sobre los murciélagos, que no se conoce en Puerto Rico, y constantemente, estamos tomando datos del comportamiento de estos en la cuevas. Todos los días aprendemos algo nuevo de la vida silvestre”, explicó a Metro, Ernesto Márquez, biólogo de cueva Ventana.
Según el experto, con más de 20 años en la profesión: “Hay varias especies endémicas, exclusivas de Puerto Rico, como el pájaro bobo mayor, el carpintero, el gurí, la calandria, el come ñame… La lista es inmensa. Además de nuestro coquí, existen otras especies en peligro de extinción, como la cotorra y la boa de Puerto Rico. Aquí existe un banquete de biodiversidad de especies”.
Más que medir su satisfacción basado en la aportación de los conocimientos que imparte en cada recorrido, su complacencia se nutre de los gestos de las personas al escuchar atentos las charlas educativas sobre las formaciones naturales y las especies.
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“Mi satisfacción va más allá de aprender cada día algo nuevo. Personas que nunca han visitado la isla quedan impresionados con tantas cosas interesantes sobre aborígenes, especies endémicas y tanta historia. Sin duda, es un premio, y el golpe final es el hueco de la ventana”, manifestó el biólogo.
“Este es uno de los lugares que todos deberían visitar. Además, es necesario crear conciencia de que es un hábitat muy importante para conservar estas especies”, sostuvo el director de la Operación Ecoturística certificada por la Compañía de Turismo de Puerto Rico (CTPR).
Recorridos por Cueva Ventana:
El recorrido consta de cuatro estaciones. La primera es el tramo superficial en el que se ofrece una charla educativa sobre la vida silvestre del bosque, (aves, serpientes y coquíes, entre otros) mientras se va adentrando en la segunda estación, que es la cueva Clara. Ahí escuchará una charla sobre la vida silvestre dentro de la cueva. Luego de la cueva Clara, en la tercera estación, se introduce a información sobre los indígenas y aborígenes que vivían en las cuevas, mientras comienza el descenso a la cuarta estación, que es Cueva Ventana. En esta, se abordan los temas paleolíticos y petroglifos de la cueva, entre otros.