En medio de los procesos de recuperación y la demora en la llegada de fondos federales, expertos en temas de Vivienda reclamaron que se adopte una política pública precisa que atienda el acceso y asequibilidad a viviendas en beneficio de las comunidades más vulnerables luego de un desastre o una crisis.
Las medidas para lidiar con esta problemática social fueron discutidas en un foro preparado por el Centro para la Nueva Economía (CNE) en el participó Shaun Donovan, exsecretario del Departamento de Vivienda federal bajo la presidencia de Barack Obama, los profesores Vincent Reina de la Universidad de Pensylvania y Elora Lee Raymond de la Universidad de Georgia Tech. También participó la planificadora Michelle Sugden, Carmen Melero, ex vicepresidenta de Popular Mortage e Irma Torres Suárez, asesora legal de la Liga de Cooperativas de Puerto Rico.
PUBLICIDAD
“Cuando hablamos de asequibilidad no es solo hablar de precios de casas. Cuando hablamos de asequibilidad de vivienda hay que pensar no solo en el costo de una unidad de vivienda sino dónde esta ubicada en relación a áreas de oportunidad en términos económicos y de servicio. De manera que se provea la estabilidad necesaria que facilita la movilidad social de las familias y evitando riesgos de desplazamiento y gentrificación”, señaló Raúl Santiago Bartolomei, planificador e investigador del CNE.
Melero, por su parte, precisó que para poder adoptar políticas pública que atiendan el problema de vivienda asequible se necesita voluntad política y continuidad en estos programas. “Se han diseñado innumerables instrumentos de ejecución o planificación, pero en el proceso se utilizan, viene un cambio en administración, se desechan y no hay continuidad”, dijo.
Para Donovan, quien lideró el proceso de reconstrucción de vivienda tras el huracán Sandy en Nueva York y Nueva Jersey, es necesario adoptar una política enfocada en las comunidades y luego en los individuos. El exfuncionario, asimismo, puntualizó que los fondos del Programa de Subvención en Bloque para el Desarrollo Comunitario para la Recuperación ante Desastres de Puerto Rico (CDBG-DR, por sus siglas en inglés), proveen flexibilidad para crear soluciones que no se traduzcan en el desplazamiento de comunidades o únicamente reparar casas de manera individual. “Debemos repensar cómo reconstruimos a las comunidades. Cada decisión del gobierno debe ser pensada en resiliencia para el futuro que nos depara tomando en cuenta los retos ante el cambio climático. Si estás construyendo para una sola cosa estás perdiendo una oportunidad”, opinó el también exsecretario de la Oficina de Gerencia y Presupuesto federal. Donovan comentó que luego del huracán Sandy diseñaron un concurso titulado Rebuild By Design en el que diversas organizaciones y entidades sometieron propuestas para crear soluciones que combatan los efectos de desastres naturales pero que simultáneamente tengan una utilidad social. Indicó que para esta iniciativa utilizaron cerca de $930 millones en fondos de CDBG-DR.
Por su parte Raymond mencionó que antes de la crisis financiera en la ciudad de Atlanta se disparó la venta y desarrollo de bienes raíces al punto que a principios de la década del 2000, se convirtió en la ciudad metropolitana que más estaba construyendo en todo Estados Unidos. Lamentó que tras la crisis de bienes raíces la administración gubernamental no optó por retener la titularidad de las casas para convertirlas en viviendas bajo subsidios para buscar remediar la crisis de vivienda en esta ciudad. Raymond recomendó que no se vendan todas las propiedades a las instituciones bancarias y que, en la alternativa, se creen alianzas con el sector privado para su reconstrucción y adoptar métodos como Bancos de Tierra y fideicomisos de tierra.
Mientras que Reina estipuló que resulta urgente no solo crear resiliencia estructural en las viviendas, sino también en acceso. Para el académico las organizaciones comunitarias son centrales en comunicar cuáles son las necesidades y las soluciones para disminuir la crisis de vivienda. Expuso, además, que es preocupante que algunas viviendas asequibles en Cincinnati y Filadelfia corren el riesgo de perder su acceso al estar cerca de lugares de alta inversión.
“En Puerto Rico hay sobre oferta de vivienda a precios de mercado, vivienda de los bancos que nadie compra. A la vez tienes una lista de alrededor de 20,000 personas esperando para vivienda pública, para plan 8 cerca de 8,000 en lista y hay un alto nivel de ejecuciones hipotecarias… Atender la vivienda asequible no tiene panacea, no tiene una solución y requiere de estrategias complementarias”, sostuvo Santiago Bartolomei.