Decenas de miles de islamistas permanecían el sábado en un campamento de protesta en el corazón de la capital de Pakistán, en medio de una fuerte seguridad, mientras las autoridades desplegaban más contenedores de carga y policías antidisturbios para bloquear el acceso a edificios clave del gobierno.
La caravana de protesta llegó el jueves a Islamabad, encabezada por el clérigo Maulana Fazlur Rehman, que dirige el partido Jamiat Ulema-e-Islam. El clérigo le dio al primer ministro Imran Khan hasta el domingo por la noche para que renuncie por ser incapaz de resolver las dificultades económicas del país.
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Khan dijo que no cederá a la presión.
Rehman ha insinuado que podría obligar a Khan a dimitir si organizaba una marcha enorme en la llamada Zona Roja, donde se ubican el Parlamento, la residencia del primer ministro, oficinas gubernamentales y embajadas.
Las autoridades de Islamabad colocaron el sábado filas adicionales de contenedores de carga marítimos en los caminos que conducen a la Zona Roja y desplegaron fuerzas paramilitares.
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“Esta multitud enorme tiene la capacidad por sí misma de arrestar al primer ministro en su residencia oficial si no renuncia en los próximos dos días”, dijo Rehman la noche del viernes. También le pidió al poderoso ejército paquistaní que no se ponga del lado de Khan.
En un inicio, Rehman negó que mujeres periodistas entraran a su campamento exclusivo de hombres, que se extiende por más de un kilómetro (1,5 millas) junto a una carretera y en un área abierta asignada por el gobierno. Su prohibición causó críticas en redes sociales y finalmente las reporteras pudieron entrar.
El clérigo intransigente ha hecho campaña a favor de una ley retrógrada contra las mujeres y se opone a la legislación que elimina la violencia contra las mujeres. También se ha negado a permitir que mujeres miembros de su partido participen en la manifestación.