SAN RAFAEL, California, EE. UU. – Los californianos se enfrentaban el miércoles al viento, a los incendios forestales y a la falta de electricidad tras un nuevo apagón que afecta a más de un millón de personas.
La frustración y molestia crecía cada vez más entre los residentes del norte de California luego de que la compañía más grande de servicios públicos del estado, Pacific Gas & Electric, cortó la electricidad por tercera vez en una semana para evitar que un cable suelto prenda otro incendio.
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En tanto, los incendios forestales seguían arrasando con zonas en el norte y sur del estado.
PG&E dijo que los apagones podrían afectar a unos 1,5 millones de residentes en 30 condados, incluido el pie de la Sierra Madre, la región vinícola y el Área de la Bahía de San Francisco. Dicha cifra incluye a un millón que sigue sin energía luego de un apagón realizado el fin de semana.
Sin electricidad por cuarto día consecutivo, la chef y proveedora Jane Sykes, se dio cuenta que tendría que tirar a la basura comida con un valor de 1.000 dólares, incluidas bandejas de brownies, pastelillos y hojaldre.
También tenía pocas esperanzas de dormir bien debido a que no tiene cómo operar la máquina de la que depende para contrarrestar su apnea.
“No creo que PG&E haya pensado bien esto”, expresó.
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La compañía aseguró que entiende los problemas causados por los apagones de seguridad, pero insistió en que eran necesarios.
En la región vinícola al norte de San Francisco, los bomberos hacían frente a ráfagas de viento mientras batallaban para contener un incendio que ha quemado 86 viviendas y calcinado una zona del doble del tamaño de San Francisco. Alrededor de 90.000 inmuebles seguían en riesgo y más de 150.000 personas tenían órdenes de evacuación.
Los vientos alcanzaron una velocidad de 112 kilómetros por hora (70 millas por hora) al norte de la Bahía de San Francisco y comenzaron a disminuir su fuerza el miércoles, pero los meteorólogos señalaron que el peligro por el fuego seguiría debido a las continuas brisas y el aire seco.
En el sur de California, los vientos de Santa Anta tenían una velocidad menor a la prevista, pero alcanzaban los 80 km/h (50 mph).
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