El nivel más alto de hongos que se haya registrado en Puerto Rico desde que se recopilan hace 15 años estas estadísticas se reportó esta semana en Caguas, con una cantidad tres veces mayor de la que se emite un alerta roja, trascendió el jueves.
Ante esto, las personas asmáticas y con enfermedades respiratorias deben tomar las precauciones necesarias para evitar situaciones de emergencia con su salud.
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“El nivel más alto de hongos que hemos tenido en Puerto Rico fue esta semana en Caguas, el 22 de octubre, cuando reportamos sobre 300,000 esporas por metro cúbico. Esto es tres veces más de los niveles en que empieza un alerta roja, que es 100,000 esporas”, explicó el doctor Benjamín Bolaños, catedrático del Departamento de Microbiología del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico en comunicación escrita.
Allí desde hace 15 años se recopilan las estadísticas de hongos en el aire en San Juan y en agosto de este año también lo comenzaron a hacer desde la azotea de la Corporación SANOS, centro 330 en Caguas.
Estos niveles altísimos de hongos están directamente vinculados con un impacto en la salud de personas asmáticas, que puede conllevar ausencias al trabajo, visitas a médicos y hospitalizaciones.
“Es crítico que la persona que recibe estos datos utilice los medicamentos para el asma durante la temporada de esporas y siga las recomendaciones en cuanto al uso de medicamentos. Recomendamos también un purificador de aire con filtro HEPA, esto ayuda a que la persona no reciba tantos alergenos durante la noche, que es cuando se liberan las esporas debido a la humedad y el rocío. El purificador ayuda a bajar la carga de alergenos”, comentó el doctor Bolaños.
César Montijo, director de Corporación SANOS, explicó que esta iniciativa de SANOS de recopilar junto a Ciencias Médicas los datos de la calidad del aire en Caguas se estuvo gestando durante mucho tiempo ya que se conocía la alta prevalencia de casos de asma en la región pero no se contaba con la data específica de alergenos y esporas.
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“Instalamos en agosto una estación que nos permitirá monitorear y tener una data de cómo se comporta la calidad del aire en el valle de Caguas. Nos permitirá comparar data, hospitalizaciones, enfermedades pulmonares, corroborar cuándo se exacerba. A largo plazo podemos preparar mejor a los pacientes y a nuestro equipo de trabajo”, indicó.
Montijo aludió a que Caguas es la región de salud de Puerto Rico más afectada por el asma, de acuerdo a un estudio del Departamento de Salud y el CDC de Atlanta que publicó Journal of Asthma. Ese estudio reveló que en Puerto Rico la prevalencia de asma es superior a la de Estados Unidos, tanto en niños como en adultos. Una de cada 13 personas está diagnosticada con asma en Estados Unidos y en Puerto Rico son dos por cada 13 personas. De todas las regiones de la Isla, Caguas es por mucho la de mayor cantidad de hospitalizaciones, visitas a salas de emergencia y a médicos por la condición de asma.
Bolaños destacó que “la presencia de hongos es algo natural en un clima tropical. No todas las personas se afectan igual por los hongos o por el polvo del Sahara, solo las personas sensitivas a estos particulados, pero para los asmáticos es vital. Lo importante es protegerse, educarse que hay ciertas épocas del año en que hay que prestarle más atención al tema. Estamos ahora en la temporada de esporas, cuando hay más lluvias, desde agosto a noviembre, al igual que en mayo”.
Estos hongos se originan en las montañas. En el caso de la costa norte, El Yunque es el generador más importante y los vientos alisios los llevan a la zona metropolitana y a Caguas.
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El Recinto de Ciencias Médicas desde hace 15 años cuenta con la aprobación de la Academia de Alergia, Asma e Inmunología de Estados Unidos para recopilar en Puerto Rico estadísticas de polen de árboles, grama, maleza y hongos. La primera estación fue en San Juan y ahora, por el particular interés en la prevalencia de asma en la región cagüena, se autorizó la de Caguas.
Lo que se instaló en agosto en la azotea de SANOS es un equipo volumétrico que succiona 10 litros de aire por minuto, que es el equivalente a lo que una persona respira por minuto. ”Es como tener un pulmón en la azotea de SANOS”, señaló Bolaños. Ese aire entra por un orificio e impacta la superficie de una laminilla recubierta con grasa de silicona para atrapar todo lo que esté suspendido en el aire. Esto representa la calidad del aire en las últimas 24 horas. Esa laminilla se lleva al laboratorio de microbiología en el Recinto de Ciencias Médicas de la UPR y se lee en el microscopio por unas dos horas. Los informes se recopilan dos veces en semana, martes y jueves y se puede acceder a los datos en esta dirección: https://www.aaaai.org/global/nab-pollen-counts/south-atlantic-region